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Coronel Chico, el señor de la taranta

El joven cantaor Juan Coronel Chico se doctoró con un gran éxito en Alcalá de Guadaíra.


Por Luis M. Pérez. 22/1/2018 (Fotos: Carmelo Camino Camino)

Noche de ángel en Alcalá de Guadaíra, la de los Gordos, la de la Paula, la que todavía huele a pan de madrugada. La ciudad se echó por los hombros un pañuelo de frío y niebla y guardó un rescoldo de candela en su famosa Peña, La Soleá de Alcalá, cualquierilla se va a enfriar ahí dentro. Allí aguardaban buenos aficionados, amigos que rastrean las huellas de todo lo que rezuma flamenco, mira, está Mario de Alcalá, una leyenda viva que tiene aún muchísimo que enseñar; está el joven Antonio Hermosín, que se cayó de pequeño en la marmita de las soleares panaderas, y que te sabe distinguir a nudillos los matices de Joaquín el de la Paula, de Enrique, de Manolito de María…

Viene a Alcalá Juan Ruiz Coronel “Coronel Chico” (Linares, 1984), ganador en 2017 del segundo Grupo del Concurso Nacional de Cante Flamenco Soleá de Alcalá en su XXV edición. A sus treinta y tres años, la edad de ya sabes quién, aún no ha podido caminar sobre las aguas ni se le ha ocurrido echar a nadie del Templo; pero realiza unos prodigios por tarantas, ondea tales brotes de jazmín y aguamiel por la bandera gitana de su garganta, y señales negras que lograrían resucitar a más de un muerto.

Vino acompañado a la sonanta por Juan Manuel Flores (Alcalá de Guadaíra, 1963), sin duda el mejor guitarrista que ha dado la tierra de los Panaderos. Sus bordones te dejan el cuerpo malherido, no sé si por sus sonidos o por sus silencios. Se trajo una guitarra que le había regalado un alcalareño de adopción, el Niño Elías, ahí es nada.

No empezó bien Coronel con los caracoles de Chacón, aunque cuando llegó al pregón hubo quien ya mojaba sopones de pan en la salsa, pues, picantita y bien ligada, se dejaba comer. Remontó el vuelo por malagueñas, la del Chato de las Ventas y una personalísima versión de la chica del Mellizo que levantó algunos traseros de sus asientos. Anduvo irregular con las soleares, algo chillón en alguna letrilla, aunque largo y profundo de conocimientos.

Sus extraordinarias facultades le hicieron pasarse a veces de frenada, pónmela al seis, Juan, aunque, cuando se recrea en los medios y en los bajos, con esa forma tan particular que tiene de luchar con el cante y de dolerse, bajan los duendes hasta el mismo respaldo de su silla. En las tarantas, las de su abuelo Francisco Coronel Melero Coronel de Linares, pero llevadas “a mi forma”, armó el taco, como se dice. Y bien, muy bien por seguiriyas, para qué más. Cuando llegaron sus fandangos personales y los de Chocolate, ya no nos quedaban emociones dentro, ni siquiera para las bulerías de Lebrija y de Antonio el Chaqueta. Juan Coronel Chico había confirmado su alternativa ante el busto de Joaquín, el grande, el de la Paula. En la barrera, los presidentes de varias Peñas tomaban buena nota de ello para sus programaciones.

 

Ficha artística:

Lugar y fecha: Peña Flamenca La Soleá de Alcalá. Alcalá de Guadaíra, Sevilla. 20/1/2018

Al cante: Juan Ruiz Coronel “Coronel Chico”

Al toque: Juan Manuel López Flores

 

 


Filólogo madrileño. Media vida en Sevilla. Centinela de las palabras. Lo jondo le acelera peligrosamente el corazón.

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