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El Purili arma el taco en la Caracolá lebrijana

Lebrija (Sevilla) se rindió al jovencísimo cantaor, que ofreció un recital corto pero intenso en la azotea de la Peña Flamenca Pepe Montaraz

Alonso Núñez el Purili. Las Trasnoches de la Peña - LIV Caracolá de Lebrija 2019. Foto: Lebrija Flamenca

Fotos: LebrijaFlamenca.com

Los Trasnoches, qué palabra tan expresiva. No se sabe cuándo empieza, ni mucho menos cuándo y cómo se acaba. Sobre las doce, chispa más o menos, decenas de flamencas y flamencos se apresuran hacia la plaza de España. Allí sentada, la figura del lebrijano más ilustre contempla la escena desde su alto pedestal. Buenas noches, Elio Antonio, sabe usted si ha terminado ya lo del teatro.

En la Peña Flamenca Pepe Montaraz esperan respetuosamente a los que salen del Teatro Juan Bernabé. Subes la escalera, alicatada de retratos de artistas de abajo a arriba. Y ahí está, la azotea más bonita de Lebrija. Con su Giraldilla lejana derramando la luz de ocho siglos. Su luna, no ya tan llena, viajando al cuarto menguante de los cabales. No te olvides de hablar del ambigú, y de aquella morena que sirve los botellines más fríos de la marisma.

 

«De repente, el rasgar de decenas de camisas gitanas sembró de botones blancos el pequeño tablao cuando el caballo de Manuel Torres se paró en mitad de la azotea»

 

Alonso Núñez, El Purili de La Línea. El Piruli, no, el Purili. Dieciocho años, no, diecinueve, bueno. De dónde dices que es. De Algeciras. Tú estás tonto. Acuérdate de Pura, igual que el guitarrista, Joselito de Pura. Purili, qué guapito es, una cosita así es lo que quería mi mare para mí, cuando yo era mocita. Ahí están los dos, probando el sonido. Alonso, estás ronco. Sonríe. El micro me ha dado calambre, en la boca. Al carajo la megafonía, lo haremos a pelo.

Qué clásico suena el toque de José Antonio Núñez Heredia (Chiclana de la Frontera, Cádiz, 1987). Me pregunta si es gitano, el gachó, tú que crees, con esa cabeza imponente, y esos apellidos. Llegan desde el Atlántico, como la mar a la orilla, los primeros compases de la soleá. Ahí está ese viejo, encerrado en la cara de un niño, tirando pieras por las calles, y al que le dé, que perdone. Con su cabecita loca, de tantas cabilaciones. Antes de completar la segunda letra, se percibe un runrún entre el respetable. Llegan la Andonda y Frijones a la azotea, preguntan por el Viejo Agujetas. Está sentado allí, miren, junto a Joselito. Las olas se van convirtiendo en oles.

Se asoman a la azotea los primeros sones de la malagueña. Es malagueña o granaína. Las dos cosas, la de Manuel Torres. La garganta de Alonso, más negra que nunca por culpa de esa ronquera ocasional, le viene que ni pintada a la flor que amaba, la del Jardín de Venus.

 

«Bulerías cortas, cuplés de Gaspar de Utrera, de Fernanda y de Bernarda. Las manos, muy grandes para ese cuerpo enjuto, rocían de azúcar a las primeras filas»

 

Fandangos del Carbonerillo, ese niño que lloraba más que cantaba, por las calles de la Macarena, junto a su amigo Pepe Pinto. Olas de oles comienzan a romper con fuerza tras cada copla. De repente, el rasgar de decenas de camisas gitanas sembró de botones blancos el pequeño tablao cuando el caballo de Manuel Torres se paró en mitad de la azotea:

 

Antes de llegar a tu puerta,
mi caballo se paró,
parece que comprendía
que me hacías traición,
y llevarme pa atrás quería.

 

Tú no sabes lo que te espera cuando el Purili se arranque por fiesta. A ver si pueden subirse un par de primos míos para hacerme compás. En dos segundos están allí Luis de Chimenea, el guitarrista Curro Vargas y José Vargas Quilito, presentador del evento. La guitarra arranca por Morón, acordándose de Diego del Gastor, y las palmas huelen a bodega vieja de Lebrija. Ahí está el Purili, en su máxima expresión. Se pone en pie, alza los brazos y se adueña del escenario. Bulerías cortas, cuplés de Gaspar de Utrera, de Fernanda y de Bernarda. Las manos, muy grandes para ese cuerpo enjuto, rocían de azúcar a las primeras filas. Toreo de salón, cómo se abrocha a la cintura la media verónica dibujada por ese capote invisible. Y Los Trasnoches se rindieron con una explosión de júbilo cuando cantó eso de Una vieja y un viejo dormían juntos, porque le temían a los minutos.

 

FICHA ARTÍSTICA:

Espectáculo: Recital de El Purili

Ciclo: Los Trasnoches de la Peña – LII Caracolá de Lebrija 2019

Lugar: Azotea de la Peña Flamenca Pepe Montaraz. 19/7/2019

Al cante: Alonso Núñez El Purili

A la guitarra: Joselito de Pura

Artistas invitados (palmas): Curro Vargas, Luis de Chimenea y José Vargas Quilito

 

Alonso Núñez el Purili. Las Trasnoches de la Peña - LIV Caracolá de Lebrija 2019. Foto: LebrijaFlamenca.com

Alonso Núñez el Purili. Las Trasnoches de la Peña – LIV Caracolá de Lebrija 2019. Foto: LebrijaFlamenca.com

 

Alonso Núñez el Purili. Las Trasnoches de la Peña - LIV Caracolá de Lebrija 2019. Foto: LebrijaFlamenca.com

Alonso Núñez el Purili. Las Trasnoches de la Peña – LIV Caracolá de Lebrija 2019. Foto: LebrijaFlamenca.com

 

Alonso Núñez el Purili. Las Trasnoches de la Peña - LIV Caracolá de Lebrija 2019. Foto: LebrijaFlamenca.com

Alonso Núñez el Purili. Las Trasnoches de la Peña – LIV Caracolá de Lebrija 2019. Foto: LebrijaFlamenca.com

 

 


Filólogo madrileño. Media vida en Sevilla. Centinela de las palabras. Lo jondo le acelera peligrosamente el corazón.

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