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Gala de los Giraldillos: la familia y una más

El teatro Lope de Vega de Sevilla acogió la gala de entrega de los Giraldillos de la Bienal 2020 con una notable actuación de la bailaora Paula Comitre como broche.


La familia, esa institución en crisis, severamente cuestionada en los últimos años, ha ganado espacio en estos tiempos de pandemia. Ya se trate de la familia biológica o de la que uno elige para recorrer el camino vital, este último año ha adquirido un sentido nuevo, un valor recobrado. Y la gran familia flamenca, tan rica en estos vínculos, no iba a ser una excepción. Lo observó el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en su breve discurso durante la gala de entrega de los Giraldillos de la Bienal 2020: no hubo un galardonado que no se acordara de un pariente, o lo que viene a ser lo mismo, de algún compañero cercano.

La cita era en el Teatro Lope de Vega, a mediodía. Patio de butacas a medio gas, a cuenta de las pandémicas restricciones de aforo. Gala breve y ágil, como debe ser, austeramente conducida por el periodista Leo Sardiña, de Canal Sur. Los flamencos, por lo general, se defienden mejor a través del arte que de la palabra, pero todos estuvieron comedidos y precisos en sus agradecimientos.

Atrás quedaban las imprescindibles polémicas en torno a la justicia de los premios, que recuerdan que este es un ámbito vivo, que despierta opiniones encendidas. El numerosísimo jurado –15 miembros– dictó su fallo en su día, los ganadores fueron los que fueron, todos dignos, y ahora se trataba de arroparlos y de defender, a una, la grandeza de lo jondo.

 

Juan Espadas, alcalde de Sevilla, entrega el galardón al cantaor cordobés El Pele. Gala de los Giraldillos de la Bienal 2020. Teatro Lope de Vega, Sevilla. 25 abril 2021. Foto: perezventana

 

Abrió la gala Paula Comitre, que recogió su Giraldillo Revelación recordando cuántas veces, de niña, vio a grandes figuras recoger el mismo premio que ahora tenía en sus manos, obra del artista mairenero Jesús Gavira. El Giraldillo al Cante de Acompañamiento recayó sobre David Lago, quien quiso dedicárselo “a cuantos me han acompañado en mi vida y mi carrera”, y tiró de aforismo para subrayar que “si quieres llegar pronto, ve solo. Pero si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

 

«Para los que se quedaron en el camino. Para quienes se quedaron sin subir a este escenario, porque una mala noche la tiene cualquiera» (El Pele)

 

El Giraldillo al Mejor Instrumento Solista fue para Diego Villegas, joven y talentoso saxofonista sanluqueño que parecía no creerse el momento que estaba viviendo. Hace tan solo cuatro años presentaba su primer disco en la Bienal, y ahora recogía el galardón más preciado de los flamencos. “Llegué a Sevilla siendo músico, y Sevilla me está convirtiendo en artista”, confesó, al tiempo que celebraba “que no todo en el flamenco sea cante, baile y toque, sino que también haya otros instrumentistas”. Y acabó con dedicatoria a Jorge Pardo, a quien considera un modelo.

Sin salir de Cádiz, María Moreno subió al escenario para recoger el Giraldillo al Momento Mágico, por el arranque de la soleá en su espectáculo More (no) More. Sus palabras de agradecimiento también fueron para Sevilla, donde lleva 17 años sintiéndose “acogida con tanto cariño” hasta verse proyectada como uno de los grandes nombres del baile del momento.

Giraldillo al Mejor Espectáculo: ¡Fandango!, de los dos davides, Coria y Lago. Una coproducción de la propia Bienal con el Teatro Nacional de Chaillot, para quienes fueron los agradecimientos junto a la esencial, imprescindible familia. Les siguió en el turno el cantaor cordobés El Pele, Giraldillo a la Maestría. Su dedicatoria, a la altura del gran artista que es, fue “para los que se quedaron en el camino. Para quienes se quedaron sin subir a este escenario, porque una mala noche la tiene cualquiera”. 

 

Actuación de la bailaora Paula Comitre. Gala de los Giraldillos de la Bienal 2020. Teatro Lope de Vega, Sevilla. 25 abril 2021. Foto: perezventana

 

Fluido, sin interrupciones, el acto casi se había agotado a los 40 minutos. Faltaban por subir, y lo hicieron de inmediato, Alfredo Lagos, Giraldillo al Toque de Acompañamiento, quien quiso acordarse de su tío Álvaro, “el primero que puso una guitarra en mis manos”. Andrés Marín, Giraldillo al Baile, hizo lo propio con José Miguel Pereñíguez, su cómplice en el espectáculo La vigilia perfecta, “y a mi mujer, por aguantarme en todos los altibajos de esta profesión, que no es fácil”.

Pedro El Granaíno, Giraldillo al Cante, compartió simbólicamente el galardón “con Antonio de Patrocinio, porque el 50 por ciento es suyo”, y rindió honores a la memoria del guitarrista Quique Paredes. Y por fin llegó el Giraldillo Ciudad de Sevilla para Rafael Riqueni, que casi pudo empalmar en sus oídos los aplausos recogidos ayer en el Teatro Maestranza con los que le tributaron en el Lope. También él recordó a su familia, en concreto a su hermana Lola, que lleva el timón de su proyecto.

Breve fue también el discurso institucional del alcalde Espadas, recordando el “milagro” que supuso sacar adelante la Bienal cuando tantos eventos se cancelaban en España por esas fechas, felicitándose porque “hemos sido más resilientes que nadie” y reconociendo la labor del director del certamen, Antonio Zoido, en su última misión.

 

«El de Paula Comitre es un baile fresco y meticuloso a un tiempo, impulsado por ese vigor característico de una artista de 26 años, espléndida de brazos y muy bien apoyada por las programaciones de Artomático»

 

El respetable había visto desfilar por el escenario tantos y tan buenos artistas que el apetito flamenco se había abierto. La llamada a apaciguarlo fue precisamente la primera premiada, Paula Comitre, con una medida recopilación de números extraídos de sus espectáculos. Desde sus primeros movimientos, girando como un derviche con la bata de cola, hasta las explosivas alegrías que le cantaron Antonio Campos y Miguel Ortega, menos de una hora fue suficiente para demostrar que la sevillana merecía estar ahí.

Un baile fresco y meticuloso a un tiempo, impulsado por ese vigor característico de una artista de 26 años, espléndida de brazos y muy bien apoyada por las programaciones de Artomático, quizá el nombre más interesante de cuantos exploran actualmente conexiones entre el flamenco y la música electrónica. Bienvenida, pues, toda esta savia nueva, estos creadores jóvenes, atrevidos y apasionados: en la familia hay sitio para todos.

 

Actuación de la bailaora Paula Comitre. Gala de los Giraldillos de la Bienal 2020. Teatro Lope de Vega, Sevilla. 25 abril 2021. Foto: perezventana

 

Actuación de la bailaora Paula Comitre. Gala de los Giraldillos de la Bienal 2020. Teatro Lope de Vega, Sevilla. 25 abril 2021. Foto: perezventana

 

Actuación de la bailaora Paula Comitre. Gala de los Giraldillos de la Bienal 2020. Teatro Lope de Vega, Sevilla. 25 abril 2021. Foto: perezventana

 


Un pie en Cádiz y otro en Sevilla. Un cuarto de siglo de periodismo cultural, y contando. Por amor al arte, al fin del mundo.

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