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Y El Selu lo volvió a hacer

Mi Selu es el mejor. Y ya está. Hasta luego. Bueno, no. Digamos algo más sobre este genial chirigotero.


A los flamencos nos gusta especialmente el carnaval gaditano, bueno, no a todos, la verdad. Conozco un montón que, incomprensiblemente, huyen de la gracia de Cai. Ahora bien, quitando a los malage, que de todo tiene que haber, si de la fiesta de la Tacita de Plata hablamos, sin duda uno de los grandes de verdad es José Luis Garcia Cossío, conocido por el apócope de su nombre, El Selu. Seluis está tocado por el dedo del Dios Momo y de niño se cayó en la marmita de la mágica poción de la gracia y el doble sentido. Lo sigo desde 1994 y siempre me sorprende, siempre me hace repetir la pregunta: ¿pero cómo se le ha podido ocurrir semejante cosa? Aunque la palabra genio está últimamente demasiado manoseada, si alguien merece tal apelativo en el Cádiz carnavalesco es mi querido y viejo amigo Selu.

 

Una cosa es tener gracia y otra ser gracioso. Selu es el rey de la ironía, no recurre como hacen tantos a la rima fácil con palabras como trabajo, retoño, fruta o melón. No. Selu prefiere el humor inteligente de sus admirados Les Luthiers, la gracia natural del doble sentido que le proporciona nuestro bendito idioma. Y además tiene un arma secreta que casi nadie sabe utilizar como lo hace él: que la propia música tenga gracia.

 

Este año se ha puesto flamenco y nos ha regalado un repertorio chirigotero ambientado en un colmao, y no en uno cualquiera, sino en la mítica Cueva del Pájaro Azul, allí donde vestido de bandolero te recibía nada menos que Antonio Vargas el Cojo Peroche, aquel que respondió a Beni de Cádiz, ante la placa que muestra la casa natal de Manuel de Falla en la Plaza de Mina: -Cojo, ¿cuando me muera qué pondrán en mi casa? -Se vende. Pues Selu, presidiendo la Cueva, ha colgado un retrato del rey emérito con un traje… azul. De arte. El repertorio es un no parar de golpes de talento en modo ironía 5.0, por soleá, por seguiriya, por rumbas, tanguillos, guajiras, alegrías y martinete. Bulerías, por supuesto. Y todo en un derroche de ángel, duende, inspiración carnavalesca.

 

¿A quién se le puede ocurrir cantar la soleá de Alcalá, tan solemne y dramática ella, con la letra de los payasos de la tele Hola don Pepito, hola don José? Cuando lo escuché me puse a cantar aquello de otro grupo de Selu que iban de millonarios: ¡no doy créditooooo! Pero claro, un bastinazo de ese calibre Selu no lo puede repetir sin hacerle algo, y en el pase de cuartos mete por fandangos naturales Susanita tiene un ratón. ¡Bombaaa! En semifinales, sobre la música del Carcelero de Caracol mete La gallina turuleta, y en la final, tientos por arriba y… En el coche de papa…”. Solo por eso yo les habría dado el uno. Por eso no soy jurado del Falla (aunque lo fui muchos años del premio Andalucía).

 

 

«Ruego a Dios que nuestro Gran Jefe chirigotero conserve el talento y nos alegre por muchos años este valle de lágrimas que nos ha tocado, a los que tanto nos gusta reírnos con sus geniales ocurrencias. ¡Oleeee!»

 

 

 

 

Otra de sus “armas de inspiración masiva” es la música del pito. Siempre intenta que la melodía del pito gaditano que al unísono entona el grupo sea descriptiva y refleje lo mejor posible el tipo, y este año lo ha vuelto a lograr, rematándolo con el aullido con el que tantos cantaores cierran los ayeos de salida. Y los trabalenguas, que no pase un año sin su retahíla de sílabas atropelladas al más puro estilo clásico de Cadi Cadi, este año con aroma jerezano del Tato Diego que estás en Santiago. También suele introducir Selu en los pasodobles expresiones haciendo tipo que inserta en los silencios preferentemente en el trío, y este año, cómo no, son “olé”, “te lo juro” y “por mi mare”. Y como remate del cuplé ha elegido nada menos que aquel jaleo que tantas veces escuchamos al gran Bo de Jerez: ¡Huye!

 

No quiero dejar de mencionar a un ariete que tiene Selu desde los inicios con aquellos Salmonontropos Verdes del año 1989: Josemari Acosta Paul, el Niño de Malet, que así se llamaba la óptica en la que trabajaba. No se pué aguantar la gracia natural de este amigo al que quiero como un hermano. Recuerdo cuando lo invité a mi casa de Lavapiés a pasar el mal trago de un mal de amores que le oprimía, y aún en aquellas tristes circunstancias no paré de reírme con sus ocurrencias. Como cuando se puso al lado de la Reina Sofía a pasar revista a la tropa en El Escorial haciendo en Telecinco el personaje de un tal Contreras, en un magazine de sobremesa. ¿Se puede tener más arte y caradura? Este año flamenco Selu no ha dudado en darle el sitio que merece (siempre le cede su lugar que por otra parte el público ya espera y cuando no lo tiene asignado en repertorio, lo hace él con sus comentarios desternillantes, que toda la chirigota, especialmente su querido You, ríe a mandíbula batiente). Otro genio.

 

Llevo años sin bajar al carnaval, el botellón se cargó el ambiente de las callejeras, cada vez más incómodas de ver, y el teatro lo veo por Internet de maravilla. Echo de menos los ratitos con ellos, y con las Niñas, Paco Mesa, Cascana, Paco, Hassan y Salvador, pero bueno, los recuerdos de mis veintitantos carnavales los llevo en el corazón.

 

Remito a los lectores de ExpoFlamenco al artículo que me pidió el Diario de Cádiz donde desgrano el contenido flamenco de la chirigota de este año 2024, que Selu tituló “Que ni las hambre las vamo a sentir”. Aunque pasaron a la final, el jurado, siguiendo la tradición, ha puntuado a Selu con el cuarto puesto de cuatro, diciendo en voz alta que no saben apreciar el arte puro gaditano. Siempre me he preguntado por qué a nuestro Selu se le exige más que a cualquier otro grupo. Sin duda nos tiene mal acostumbrados. Ruego a Dios que nuestro Gran Jefe chirigotero conserve el talento y nos alegre por muchos años este valle de lágrimas que nos ha tocado, a los que tanto nos gusta reírnos con sus geniales ocurrencias. ¡Oleeee!

 

 

→  Ver aquí las entregas anteriores de la sección A Cuerda Pelá de Faustino Núñez en Expoflamenco

 

 


Musicólogo de Vigo (Galicia). Investigador y profesor. Amante de la música. Enamorado del flamenco. Y apasionado de La Viña gaditana.

1 COMMENT
  • Javier 11 marzo, 2024

    El artículo me parece impecable y demuestra que tiene una extraordinaria capacidad de conocimiento sobre el flamenco y alguna sobre el carnaval de Cádiz. Alguien que dice que no viene hace años por muy bien que lo vea por Internet permitame pero no tiene nada que ver. Que en el carnaval hay botellones es indudable, no como en las Fallas o la feria de Jerez que no bebe nadie y se puede escuchar perfectamente el buen flamenco. Que en su opinión el Selu mereciera el primero me da la impresión que se reduce a la gracia que le ha hecho la vinculación con su pasión. El selu este año no debía ni entrar en la final. Así lo ha visto la mayoría de aficionados de esta ciudad pero claro que sabemos nosotros si al fin al cabo de Cádiz sabe todo el mundo menos nosotros.
    Para ganar un primer premio hay que hacer muchas cosas más que llamarse Selu. Lo siento. Un saludo.

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