No esperes encontrar bulerías o tangos en el nuevo disco del músico cordobés Javier Montijano. Pero sí arte jondo, al menos a su manera. El artista ha publicado en las principales plataformas digitales el decimotercer álbum de su carrera, que lleva por título Tránsito Flamenco.

Un nombre que es toda una declaración de intenciones. Por un lado hace referencia al hecho de que el autor es ajeno al mundo flamenco, pero ha decidido transitar por sus caminos. Por otro, también llama canto de tránsito a una forma de canto que arrancó en su disco anterior y que se basa en la tradición khoomi de Mongolia, país donde residió el artista.

«El resultado es un trabajo que mantiene el estado meditativo de los cantos de tránsito al tiempo que conecta con los cantos de la tierra, llevándolos de lo jondo a lo más hondo, de lo sentimental a lo trascendental», dice el músico. Según Montijano, el flamenco amplía su sonoridad hasta límites hasta ahora desconocidos gracias a esta fusión planteada por él mismo.

Montijano se ha unido al veterano guitarrista Reffelete Maldonado para la grabación de esta propuesta musical. Reffelete, en palabras del músico cordobés, es un gran conocedor de las reglas del flamenco y al mismo tiempo un artista ávido de encontrar nuevos caminos para el género.

Otra de las colaboraciones del disco está en manos de la cordobesa Susana Raya, que reside en Ámsterdam, pero que ha querido mostrar su talento como cantaora de la tierra con cantes flamencos, pese a que su trayectoria está más vinculada al jazz y se encuentra ubicada en un ámbito más cosmopolita.

Montijano ha tenido en cuenta los conocimientos de los estados meditativos de estos compañeros de viaje, y esto le ha permitido «encontrar la complicidad que en otros músicos más terrenales seguramente hubiera echado en falta», concluye el protagonista.