La Asociación de Festivales Flamencos (AFF) ha presentado este jueves 20 de mayo, en el marco del XXV Festival de Jerez, una síntesis de los resultados del Estudio sobre los Festivales de Flamenco y sus Roles en la Internacionalización del Flamenco-Artes Escénicas. Se trata de un estudio pionero promovido por la AFF y coordinado por la investigadora de la Universidad de Málaga (UMA), directora de la Cátedra de Internacionalización de la UMA, Mª Ángeles Rastrollo.

En el acto de presentación han participado el delegado de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Jerez, Francisco Camas, el presidente y la vicepresidenta de la AFF, Miguel Marín e Isamay Benavente, respectivamente, y la propia autora del estudio, que ha ofrecido las líneas maestras de un análisis en profundidad que ha sido presentado a la Asociación de Productores Flamencos y a Unión Flamenca, la asociación de artistas profesionales del flamenco, y que, a su vez, estará disponible íntegramente en la web de la AFF.

Entre las diferentes cuestiones que aborda el estudio, que como ha afirmado Miguel Marín, contempla las fortalezas y debilidades de los festivales, ya que “queríamos contar con propuestas de acciones de mejora en este engranaje”, hay una serie de logros y una serie de puntos a vigilar y cuestiones objeto de reflexión. En este sentido, queda evidenciado cómo los festivales están liderando la proyección internacional del flamenco, cómo contribuyen a su sostenibilidad económica-social y cultural, cómo son la puerta de entrada a mercados internacionales, y cómo contribuyen a incrementar el valor del flamenco como sector económico competitivo y como manifestación artística contemporánea de calidad, que refleja una imagen de la marca España y de la marca Andalucía en el exterior con un peso importante de innovación y valor añadido.

Benavente ha comentado, a propósito de un comentario de Miguel Betegón, secretario de la AFF y director del FFE-Flamenco Festival de Esch (Luxemburgo), que “al final el que entra al flamenco por Luxemburgo acaba viniendo a Sevilla y Jerez, a conocer sus cunas”, lo que ofrece una idea del efecto arrastre o palanca que tiene el flamenco como industria cultural per se, pero también para acabar beneficiando a otros sectores productivos. En este sentido, la profesora de la UMA ha concluido su intervención resaltando una de las claves que plantea el estudio: “La necesidad de aprovechar ese efecto arrastre del flamenco, de los festivales, de la cultura en general, para establecer un Plan Integral de Internacionalización que garantice e impulse estos festivales”.

El análisis, que aborda las muestras de flamenco que se llevan a cabo en España y en el extranjero, detalla que un festival internacional puede movilizar unos 650 000 euros partiendo de un presupuesto que en un 60 por ciento sale de la taquilla, aproximadamente un 23 por ciento de financiación de instituciones públicas del lugar en el que se celebra, y con una participación de las instituciones públicas españolas que solo representa un 7 por ciento. “La cooperación público-privada con estos festivales puede acelerar e impulsar unos eventos que generan mucha riqueza, empleo y valor añadido, valor intangible como la proyección exterior de España y Andalucía. Hablar de internacionalización es hablar de activos intangibles”, ha comentado.

Por todo ello, Miguel Marín ha asegurado que “estamos hartos de la queja, ahora de lo que se trata es de partir hacia el futuro con un ánimo constructivo”. Como desgrana el estudio, lo interesante ahora pasa por elaborar, en ese marco de cooperación público-privada, un Plan Integral de Internacionalización del Flamenco, “aprovechando el conocimiento y las estructuras de los festivales que se han convertido en la plataforma para que artistas, promotores, programadores, medios de comunicación, servicios logísticos y técnicos se relacionan para crear valor. Este plan serviría como palanca para el desarrollo económico del sector y como efecto arrastre de otros sectores productivos andaluces y españoles”.