“Si no me ves en el manicomio, podré terminar mi disco”, bromeaba Miguel Salado en la entrevista que ofreció a Expoflamenco allá por octubre de 2021. La pandemia todavía estaba muy presente y comentaba que “quería aprovechar este tiempo en el que iba a haber menos trabajo pero las clases se han multiplicado” y otros artistas como José Berenjeno habían contado con él para preparar un disco de cante. Por lo tanto, todo se complicaba para este guitarrista jerezano que lleva años en el punto más alto de la guitarra de acompañamiento.

 

Desde sus inicios, en el Jerez de su época en el que el Torta, Capullo de Jerez, Luis de la Pica y otros pocos más eran los ídolos, ha tenido una clara vocación por la guitarra flamenca, ya que se topó con ella como algo natural y por eso la ama de una manera incondicional. La guitarra llegó a su vida para quedarse cuando un tío suyo, Juan, le metió el gusanillo en el cuerpo. Todo se lo ha dado la guitarra y ahora, entiende, es el momento de aportar su propia obra a este fascinante mundo que no deja de evolucionar por día.

 

Miguel no entiende de dobleces, es un hombre comprometido con la tradición y entiende que de todo el mundo se puede aprender algo. Su carrera está inspirada en los sonidos de Periquín Niño Jero, Paco Cepero, Moraíto o Parrilla, con los que ha compartido momentos de flamenco tanto en escenarios como en esas juergas tan fecundas para la inspiración.

 

 

«Bahía de Cai son unas alegrías que le dedico a mi tierra. El mar y el sonido de sus olas son la medicina para mi alma, un punto de encuentro conmigo mismo y mi lugar de desconexión»

 

 

Ahora acompaña a primeras figuras como Jesús Méndez, Aurora Vargas o Luis El Zambo, aunque ha conseguido dedicarle tiempo a su proyecto discográfico. “En 2022 tengo que presentarlo”, decía en la referida entrevista, pero ya se sabe que las cosas llegan cuando tienen que llegar y parece que este sueño sale a la luz por la Bahía de Cai. Este es el título elegido para mostrar el primer aperitivo del disco, unas alegrías que abren una ventana a la luz y a la vida, dos elementos que estarán presentes en toda la grabación. “Bahía de Cai son unas alegrías que le dedico a mi tierra. El mar y el sonido de sus olas son la medicina para mi alma, un punto de encuentro conmigo mismo y mi lugar de desconexión”, reconoce el jerezano.

 

La composición se lanzará tanto en un videoclip, versión reducida, como sonido en versión extendida. El vídeo musical está dirigido por el también gaditano Luis Galán, de amplia reputación en el sector, y en él participan la bailaora Irene Carrasco y la cantaora Encarna Anillo, cuyas letras también son compuestas por el guitarrista.

 

“Este tema lo he grabado yo mismo, es una autoproducción, con la ayuda de Juan Antonio Espinosa en la masterización y mezcla, y es uno de los motivos por los que el tiempo me importa menos”, cuenta a Expoflamenco. No tiene prisas, hasta ahora “tengo compuesto varios temas, y otro ya incluso grabados, pero yo no tengo nada firmado con nadie y lo que intento es disfrutar del proceso. Llevo muchas cosas para adelante y no dependo de nadie así que quiero componer tranquilo, sin presión. Estoy contento porque todo está saliendo de mí, incluso soy mi propio técnico, que es algo que me hace muy feliz porque he avanzado en algo que era impensable”. A las palmas se suman Manolote y Manuel Salado, y desde el viernes 30 de julio está disponible en plataformas digitales y el videoclip en su canal de Vevo de Youtube. Espera que en 2024 pueda estar el trabajo al completo publicado.