El mundo del cine se viste de luto para despedir a Carlos Saura. Casualidades de la vida, a tan solo un día de recibir en Sevilla el Goya de Honor por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. El cineasta fallece a los 91 años de edad en su casa de la sierra madrileña por una insuficiencia respiratoria. Posiblemente el director de cine que mejor trasladó el flamenco a la gran pantalla.

 

Porque Carlos Saura (Huesca, 1932) era cine, pero también era arte jondo. Sus dos grandes pasiones. El aragonés tuvo su primer flirteo con el género en 1955 con el cortometraje titulado Flamenco y desde entonces su carrera estuvo ligada a esta disciplina. «Quizá por eso he hecho las películas de flamenco: lo que no podía bailar yo, lo hacían los demás», decía en una entrevista para el programa de RTVE Un país en danza en 2021.

 

En 1959 llega su primer largometraje, Los Golfos, que sin ser de temática flamenca contó con la participación de Perico del Lunar padre y Rafael Romero Romero El Gallina, con quienes Saura había forjado amistad en el tablao Zambra.

 

Sin embargo, su acercamiento al cine musical con el flamenco como protagonista llega con la trilogía Bodas de sangre (1981), Carmen (1983) y El Amor Brujo (1986), para las que el cineasta se apoya en el gran bailaor Antonio Gades, protagonista en las tres cintas. Con Carmen obtuvo un sonado éxito internacional, premiada en el Festival de Cannes y seleccionada para el Oscar.

 

Ya en 1991 aborda una de sus obras maestras, Sevillanas, en pleno auge del género, cuando los discos que se vendían se contaban por millones. Saura homenajeó a este baile y cante regional y contó con la participación de Rocío Jurado, Manolo Sanlúcar, Camarón, Lola Flores, Manuela Carrasco, Paco de Lucía, Matilde Coral o Los Romeros de la Puebla, entre muchos otros. Palabras mayores.

 

 

«Carlos Saura era cine, pero también era arte jondo. Sus dos grandes pasiones. El director aragonés internacionalizó el arte jondo a través de su cine»

 

 

Unos años más tarde, en 1995, Carlos Saura presenta su obra culmen, Flamenco. La película dejaba el musical para abordarse desde un punto de vista más documental con la presencia de Francisca Méndez Garrido, La Paquera de Jerez, y que tiene entre sus grandes momentos el encuentro por martinetes de Manuel Moneo y Agujetas o la alternativa de Farruco a Farruquito, por citar algunos ejemplos.

 

«Su trilogía con Gades –Bodas de sangre, Carmen y El amor brujo– es impresionante, y con Sevillanas y Flamenco acabó con el cuadro, aunque los puristas no le perdonaran que le permitiera a Enrique Morente dejar una nueva seguiriya para la historia, en Flamenco», cita Manuel Bohórquez en su particular homenaje publicado en El Correo de Andalucía.En 2005 sacó un documental titulado Iberia, sobre la danza más importante del país, donde aparecieron nombres como Sara Baras y Antonio Canales. Y en 2010 filmó la segunda parte de Flamenco, titulada Flamenco, Flamenco. Otra obra en la que Saura vislumbra los principales avances del baile con la presencia de Israel Galván o Rocío Molina.

 

El mundo del flamenco se ha volcado con el cineasta tras su fallecimiento. «Un pionero y alguien que le dio una visión profunda al flamenco. Ketama y Manzanita somos parte de esta maravillosa película llamada Flamenco dirigida por él. Hasta siempre, maestro», asegura Antonio Carmona, líder de Ketama.

 

«Todo mi cariño y admiración a Carlos Saura. Un gran cineasta, amante de la cultura, la música y el flamenco. He tenido el honor de cantar en su película Flamenco con la guitarra de Rafael Riqueni y fue un momento inolvidable para mí. Siempre te agradeceremos el respeto y la categoría con la que has tratado a nuestro arte», expresa Carmen Linares, Primo Princesa de Asturias 2022 junto a María Pagés.

 

En Expoflamenco nos sumamos dando el pésame a familiares y amigos del director que internacionalizó el arte jondo a través de su cine.

 

Imagen superior: entrevista en RTVE