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Cantaores cortitos con sifón

Pastora y Vallejo fueron los más largos de la historia. Y de este tiempo, Fosforito. Me gustan también los cantaores cortitos, esos que hacen solo dos o tres cantes, pero con arte y gusto. ¿Para qué quiero a un cantaor que me aburra con su falso enciclopedismo y que me ponga de mala leche?


No es imprescindible que un cantaor tenga que ser largo para ser figura. Los ha habido que con el dominio de un solo palo han hecho historia, como algunos fandangueros –Paco Toronjo, por poner un ejemplo– o artistas festeros encasillados en la bulería, con pataíta incluida. En realidad, ¿cuántos cantaores largos de verdad ha habido en la historia del cante flamenco? Alguna vez he escuchado decir o he leído que Antonio Mairena ha sido el cantaor más largo conocido, y no es ni mucho menos cierto, gustos al margen.

 

Mairena era largo en cuatro o cinco palos, pero no lo podemos considerar un cantaor enciclopédico. Dejó grabados cantes de muy mala factura, y un verdadero maestro lo canta todo bien. ¿Era largo Mairena en malagueñas, cantes mineros o fandangos? Ni mucho menos. Cantó de todo, pero solo destacó en cinco o seis palos como mucho. Podemos decir que en soleares y seguiriyas no lo hubo más largo, pero hasta esto es matizable. Todo lo es en el cante, aunque sea siempre motivo de polémica, sobre todo cuando analizamos al maestro alcoreño.

 

Juan Valderrama, que para mí era un sabio del cante, me contó que una tarde fue testigo de cómo Tomás Pavón cantó en una reunión dos horas por soleá sin repetir un estilo. Otra cosa es que no lo llevara todo al disco, como Mairena, porque grabó mucho menos y porque su hermana y el Pinto lo forzaron a grabar. El propio Mairena cuenta algo parecido en sus confesiones o memorias. Tomás, pues, era muy largo por soleares y seguiriyas, tanto o más que Mairena, y no en otros estilos. Fue solo largo en lo que le gustó o le dolía, como Mairena.

 

 

«Hoy no hay cantaores largos de verdad. Es más, estamos en una etapa de cantaores muy cortitos, especializados en las bulerías, tangos o fandangos. Llevo décadas sin escuchar un recital de un cantaor o una cantaora capaces de desarrollar con verdadera solvencia diez o doce palos por derecho»

 

 

Larga era su hermana Pastora, y en todos los palos. Dominó como pocos las solares y las seguiriyas, los estilos festeros (tangos, bulerías, sevillanas y cantiñas), los cantes levantinos, las malagueñas y los fandangos, las saetas, peteneras, farrucas o estilos de ida y vuelta o de influencia sudamericana. En mi opinión, ella y Manuel Vallejo fueron los más largos de la historia. Y de este tiempo, sin ninguna duda, Antonio Fernández Díaz Fosforito. No porque yo lo diga. Ahí está su impresionante obra discográfica, pendiente de un profundo análisis.

 

Hoy no hay cantaores largos de verdad. Es más, estamos en una etapa de cantaores muy cortitos, especializados en las bulerías, tangos o fandangos. Llevo décadas sin escuchar un recital de un cantaor o una cantaora capaces de desarrollar con verdadera solvencia diez o doce palos por derecho. Podrían cantar cuarenta o cincuenta palos, pero no es eso lo importante: lo fundamental es desarrollar todos esos estilos con maestría y conocimientos, y es algo tremendamente difícil. Tanto, que solo ha habido seis o siete grandes maestros largos en la historia del cante.

 

¿Ha habido un cantaor más largo en los cantes mineros que don Juan Valderrama? Ni siquiera el Cojo de Málaga o Pepe Marchena. Y no solo en los cantes mineros. Juan lo conocía todo y hasta brillaba en los cantes llamados básicos, como las soleares o las seguiriyas. Otra cosa es que su sonido de voz gustara por igual en todos los cantes, que esto ha ocurrido con muchos cantaores. ¿O es que a Fosforito le suena igual la voz en las solares apolás que en las malagueñas o las saetas? ¿Tenía duende Mairena cantando Las llamas llegan al cielo? ¿El mismo que interpretando la toná grande?

 

Me gustan también los cantaores cortitos, de esos que hacen solo dos o tres cantes, pero con arte y gusto. ¿Para qué quiero a un cantaor que me aburra con su falso enciclopedismo y que me ponga de mala leche? Paco Toronjo fue un genio y un solo fandango suyo, de Alosno o Valverde del Camino, te podía saciar de cante grande. No necesitó nunca ser largo nada más que en los fandangos de su tierra, a los que les imprimió una jondura que nunca tuvieron a pesar de la calidad que tuvieron Pepe Rebollo o Antonio Rengel.

 


Arahal, Sevilla, 1958. Crítico de flamenco, periodista y escritor. 40 años de investigación flamenca en El Correo de Andalucía. Autor de biografías de la Niña de los Peines, Carbonerillo, Manuel Escacena, Tomás Pavón, Fernando el de Triana, Manuel Gerena, Canario de Álora...

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