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41 Festival de Cante Grande El Viso del Alcor: Farruquito encendió la noche

Sin concesiones a la mediocridad. Una organización impecable. Un cartel de categoría que no repite lo que nos hemos tragado durante el verano. En El Viso han sabido conjugar juventud y veteranía. Les honra además dedicar este 41 Festival de Cante Grande al cantaor mairenero Calixto Sánchez.


Lo han levantado de su plácido retiro de los escenarios y demostró por qué sigue siendo un maestro del cante. Lo hizo ante mil personas que supieron poner el oído en una noche agradable con el respeto de los aficionaos cabales. Visueños y visitantes conocen el trato: aquí se viene a escuchar.

 

Presentó el acto Manuel Bohórquez en sustitución de Manuel Curao, que no acudió por enfermedad. Sin más papeles que los que guarda en su memoria, sin parafernalias aburridas, llevó la cita con soltura. La experiencia es un grado. Cuarenta años dedicado en cuerpo y alma al flamenco dan para mucho.

 

Se abrió con el ofrecimiento a Calixto. Bohórquez repasó la trayectoria del cantaor justificando el homenaje. Aludió a su maestría «porque conoce y ha sabido estudiar el flamenco, dignificando el cante y legando una discografía de la que se puede aprender». Calixto fue un niño tímido que «almacenó la solera de los buenos cantes de uno de los pueblos más flamencos del mundo como es Mairena, en una época en la que no era fácil destacar con cuarenta figuras en los carteles». El I Giraldillo de la Bienal de Sevilla lo catapultó al lugar que mantuvo durante toda su vida artística. Tras la entrega de un pergamino conmemorativo de manos de Juan Manuel Jiménez, presidente de la Peña Flamenca Rincón del Pilar, organizadora del evento, y una escultura de La Recovera que entregó el alcalde Gabi Santos, con las autoridades pertinentes sobre las tablas, Calixto agradeció el gesto de su pueblo vecino visiblemente emocionado. Con lágrimas en los ojos quiso recordar al Niño Colchón, recientemente fallecido. Después, se hizo el cante.

 

La guitarra de Eduardo Rebollar, algo imprecisa pero sin embargo gorda, cuajada de sabiduría en el acompañamiento, rompió por alegrías. Robó aplausos con sus rasgeos redoblaos y falsetas clásicas. La cantaora local Vanesa González dio la salida. La destemplanza con la que principió le sirvió para calentarse dejándonos una soleá apolá que regó de variantes trianeras para rematar valiente por Charamusco. Con el corazón triste por la pérdida de una amiga escarbó en su dolor. Seguiriya de El Marruro y la cabal de Silverio. Terminó su digna intervención con un fandango al aire dedicado a su hija de siete meses. La niña lo escuchó en brazos del padre frente al escenario creando un momento sentimental que levantó al público que la quiere. Otro de Huelva de propina.

 

 

«Y Farruquito danzó por alegrías. Las escobillas frescas y originales, zapateados potentes, contoneos de age y el olvido de los saltos y aspavientos con los que pretenden apocar su baile algunos entendeores dibujaron el ocaso de las discusiones. (…) Estuvo sencillamente sublime. Un cuarto de hora de cante y baile para restregárselo en el pecho»

 

 

La Yiya tomó el testigo con la responsabilidad que le otorgó Bohórquez al decir que «en La Puebla se han conocido tres grandes cantaoras: Lola la de Lucena, La Niña de la Puebla y La Yiya, una luchadora del cante con profundidad y conocimiento, una cantaora no comercial que no se anda por las ramas dando una lección de entrega cada vez que sube al escenario». Y así fue, porque desgranó un repertorio jondo para el gozo de los presentes. A las palmas Noelia y Sofía de la Rosa, que se dieron su pataíta al final. La guitarra exquisita de Manolo Franco, que aún sigue santiguándose antes de subir las escaleras, hizo la cama de repostería con su extraordinaria pulcritud y sapiencia a la cantaora morisca que comenzó a gustar por cantiñas y alegrías, recogiéndose en los recortes, bailando el cante, poniéndole sal. Le dedicó la mariana a Calixto luciéndose con la cejilla al ocho, meciendo los melismas de un estilo precioso, hoy en desuso, que Ana eleva a cante grande. Pero es en la seguiriya donde se peleó arañando con la de El Mellizo o el cambio de Juan Junquera. Se dejó la piel. La bulerías pusieron fin a su actuación. Se acordó de Luis de la Pica y Antonio Mairena. Culminó fuera de micro bordando los cuplés ¡Qué mala memoria! de Machín, María de la O y El Compromiso, que siempre nos trae el recuerdo de Bernarda de Utrera.

 

Calixto comenzó a enamorar al respetable con una malagueña de creación propia y otra de El Canario. Metió por tientos el poema Diligencia de Carmona de Fernando Villalón y por soleá brilló en las variantes de Alcalá , La Andonda o El Mellizo. Puso el broche con unas bulerías guasonas que compuso dedicándoselas a El Titi el Pelaó, otra letra «a una chavala de Mairena que estaba muy buena» y echó el cerrojo luego con las Habaneras de Cádiz de Carlos Cano, que con tanto tino escribió Antonio Burgos. Calixto no canta cualquier cosa. Es un flamenco culto y de culto. Adaptó a sus cualidades cada uno de los tercios hilvanándolos con reposo. La parsimonia, el menos es más, la experiencia… le permiten regodearse sin ostentaciones pero diciendo el cante con el porte de un maestro, haciendo fácil lo difícil. A pesar de que no pega pellizcos, cautiva con su tibieza, más calentita ahora con el paso de los años. La gente lo despidió aplaudiendo acaloradamente en pie.

 

Tras el descanso vimos a un Rafael de Utrera que calcó el repertorio ofrecido hace unos días en el Festival de La Fragua de Bellavista. Sin embargo, cantó más contenido, menos gritón. Se fajó en El Viso mostrando su talento, vibrando en los medios, arremetiendo arriba como pocos saben, como pocos pueden. Con la maravillosa guitarra de Pepe Fernández y al compás de las palmas, jaleos y los nudillos sobre la mesa de Juan Mateos y Diego Montoya lio una temblaera con la soleá apolá. Correo de Vélez, gitana enciende la luz… fue paseando por Triana a su antojo para irse al Levante cambiándole el nombre a la taranta de La Gabriela. Carmela es más utrerano. Susurró La Tarara y subió a la octava alta como el que pestañea. Se excedió por alegrías, jugó en las de Córdoba, estuvo sobrao de compás. Una toná sentida y bien cantada sobre el capote que puso en la espalda de la silla fue la antesala de la bulería con la que coronó sin antes encajar fuera de micro el Señorita de Enrique Montoya, haciéndolo suyo con las aportaciones personales con que salpicó toda su propuesta cantaora. El Te he de querer mientras viva de Marifé de Triana puso la guinda.

 

De Granada vino El Polaco con el piano sensible de Laura de los Ángeles y la guitarra enjundiosa de Paco Cortés. Un cantaor rancio que le dio empaque sin imitar a Caracol a los Tientos de la rosa y el Carcelero, carcelero. Destacó por granaína, cantó un temita propio por bulerías dedicándoselo a sus hijos, mujer y al Señor con más intención que calidad literaria y musical. Cerró tributando a Enrique Morente con los tangos de La estrella. Los finales engolados con los graves del piano y la guitarra le dieron efectismo a la actuación de un cantaor tradicional que posee los mimbres para tejer lo que quiera. Luis tiene una voz flamenquísima y sabe enjaretar lo que le echen. Yo lo prefiero buscándose por soleá, por seguiriya… en el tronco del flamenco.

 

Y Farruquito encendió la noche. El plato fuerte del festival. La apoteosis del baile gitano. Juan es el depositario de una herencia sin parangón sobre la tarima. José Gálvez tocó con una fuerza arrebatadora. Los estallidos de sus bordones se disputaban la riña con los pies de Farruquito y el cante rabioso de Manuel de la Nina o Mari Vizárraga. La melaza en la nuez de Ezequiel Montoya suavizaba el jaleo. La percusión de Paquito Vega hizo el resto. Cada uno de los integrantes del cuadro ofreció pinceladas de almíbar que evidencian la valía de un atrás con muchísimo nivel. Se entonaron por toná para que Juan bailara por seguiriya con una elegancia que no admite comparaciones. Sabiéndose parar, paseando con gallardía, dominando, creando tensión en los silencios, mangándonos las tapaeras del sentío… Llevaba en sus tacones la factoría del compás. Apuntilló las maderas dejando una huella imborrable en El Viso para que sepan quién manda aquí. El macho de Manuel Molina que Vizárraga se marcó para acabar transparentó la complicidad con Juan en uno de los instantes mágicos del pase. Tangos canasteros de Mari durante el cambio de vestuario y Farruquito danzó por alegrías. Las escobillas frescas y originales, zapateados potentes, contoneos de age y el olvido de los saltos y aspavientos con los que pretenden apocar su baile algunos entendeores dibujaron el ocaso de las discusiones. Cierto es que no se prodigó en los desplantes y todos supieron a lo mismo: petardazo al suelo y manos arriba. Pero estuvo sencillamente sublime. Se despidió con un fin de fiesta al que subieron, además de algunos de los artistas del cartel, María Terremoto o el inigualable Marsellés. Un cuarto de hora de cante y baile para restregárselo en el pecho.

 

 

Ficha artística

41 Festival de Cante Grande El Viso del Alcor
Parque de la Constitución, El Viso del Alcor (Sevilla)
Sábado 10 de septiembre de 2022
Presentador: Manuel Bohórquez
Cante: Calixto Sánchez, Luis Heredia El Polaco, Rafael de Utrera y Ana Ramírez La Yiya
Cantaora local: Vanesa González
Guitarra: Manolo Franco, Eduardo Rebollar, Paco Cortés y Pepe Fernández
Piano: Laura de los Ángeles
Palmas: Juan Mateos, Diego Montoya, Noelia de la Rosa y Sofía de la Rosa

Baile: Farruquito
Cante: Mari Vizárraga, Manuel de la Nina y Ezequiel Montoya
Guitarra: José Gálvez
Percusión: Paquito Vega

 

 

Calixto Sánchez. 41 Festival de Cante Grande El Viso del Alcor. Parque de la Constitución, El Viso del Alcor, Sevilla. 10 septiembre 2022. Foto: Joaquín Martín

 

La Yiya y Manolo Franco. 41 Festival de Cante Grande El Viso del Alcor. Parque de la Constitución, El Viso del Alcor, Sevilla. 10 septiembre 2022. Foto: Joaquín Martín

 

Vanesa González. 41 Festival de Cante Grande El Viso del Alcor. Parque de la Constitución, El Viso del Alcor, Sevilla. 10 septiembre 2022. Foto: Joaquín Martín

 

Honores a Calixto Sánchez. 41 Festival de Cante Grande El Viso del Alcor. Parque de la Constitución, El Viso del Alcor, Sevilla. 10 septiembre 2022. Foto: Joaquín Martín

 

Honores a Calixto Sánchez. 41 Festival de Cante Grande El Viso del Alcor. Parque de la Constitución, El Viso del Alcor, Sevilla. 10 septiembre 2022. Foto: Joaquín Martín

 

Fin de fiesta. 41 Festival de Cante Grande El Viso del Alcor. Parque de la Constitución, El Viso del Alcor, Sevilla. 10 septiembre 2022. Foto: Joaquín Martín

 

 


Cantaor de la escritura. Jondura utrerana extrema.

1 COMMENT
  • Iván M 17 septiembre, 2022

    Qué cosa más grande tenemos en nuestra tierra….

    Entra uno, empieza a escuchar y no para ya de arte encontrar.
    Y el que sensible sea y ojos tenga, en cada tablao Sueña, venga quien venga.

    Gracias por traernos la vivencia a los que no pudimos ir a este gran festival.

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