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Lucía La Piñona: pura y desafiante dinamita

Crónica de la actuación de la bailaora Lucía Álvarez La Piñona con su montaje 'Insaciable' en el Teatro Villamarta, XXVII Festival de Jerez. Solo podemos dejarnos llevar por la fantasía de unos brazos y unas muñecas que nos trajeron una lluvia de pasión.


De Lucía La Piñona (Jimena de la Frontera, Cádiz, 1985) nos interesa su necesaria y humana irreverencia en el mensaje y su calidad en la ejecución. Posee unas cualidades en el baile muy personales. Así lo demuestra en la soleá con la que finaliza el espectáculo Insaciable, de una gran factura. Es emocional hasta decir basta y ante eso solo podemos claudicar y dejarnos llevar por la fantasía de unos brazos y unas muñecas que nos trajeron al Festival de Jerez una lluvia de pasión.

 

Envolver un baile en un mensaje es lo más habitual en estos momentos. Contar una historia a partir del movimiento corporal es el pan de cada día. Lo que es menos normal es que se entienda y se transmita como lo hace Lucía. Queremos decir que para los que podemos pecar de demasiado flamencos en una etapa marcada por la “vanguardia” o lo conceptual, este tipo de propuestas sí nos merecen el respeto más absoluto porque no nos cuentan, que sí nos cantan, una milonga.

 

La Piñona es una bailaora que apoya su discurso narrativo en un equipo artístico solvente a más no poder que la lleva en volandas en esta hora y diez de reloj. Es su momento. La bailaora domina la escena y se desnuda emocionalmente para que el público vibre. En Insaciable, obra ya estrenada en la pasada Bienal de Sevilla, se muestra tal y como es, en sus distintas variantes, como la gran bailaora que reconocemos pero formando parte de una realidad que no le es ajena. Está dispuesta, pues, a empaparse, a tambalearse, a seducir y a desplomarse. Eso cuenta en su libreto de presentación.

 

La primera vez que vi su fotografía para este montaje, pensé que dentro de la tendencia, a veces absurda, de inventar algo nuevo, la veríamos desnudarse corporalmente e incluso llegaría a algo más eróticamente explícito. Ya hemos visto cosas parecidas pero, insisto, creí que habría posibilidad de llegar más lejos. Por suerte no ha sido así, porque no le hace falta. El erotismo se encuentra en pequeñas dosis, como cualquier otra sensitiva necesidad de su día a día.

 

 

«Se pone chorreando en agua. Vuelve la calma en una ronda de fandangos hasta que llega esa soleá que nos dice a voz en grito que estamos ante una de las grandes del baile que nunca ha de perderse en experimentos estúpidos. Lo de Insaciable es para volver a ver»

 

 

Lucía La Piñona – ‘Insaciable’. Teatro Villamarta, XXVII Festival de Jerez. 1 marzo 2023. Foto: Tamara Pastora – Festival de Jerez

 

 

Juega con los colores y la música, por eso es una obra que va de menos a más y eso es muy acertado. El ritmo no es que se mantenga, es que crece. Al principio todo parece más parado y lento, a pesar de que el primero de los bailes son alegrías de Cádiz y cantiñas. Lucía comienza con una media rosa en una de las piernas, con mallas negras y camiseta blanca, hasta que se engalana con una moderna bata de cola rosa.

 

Es generosa y excesiva en expresión. Gusta que se quite el velo de la superficialidad. Es pura dinamita y verdad. Su partener en esta exploración es el bailaor Jonatan Miró, efectivo en fuerza y hechuras. Arranca en varios momentos de la noche importantes ovaciones en el Teatro Villamarta. Ambos se unen en un diálogo sensorial. Aquí lo que cuenta es sentir y hacer sentir. Se comen la manzana prohibida, se moja con agua…

 

Es por ello que los cantaores no tienen más que cantar lo mejor que saben para que todo fluya en un ambiente muy flamenco. El Mati, Jesús Corbacho y El Pechuguita, que además baila por bulerías para comérselo, mantienen un gran nivel. El Pechu canta por martinetes para que Jonatan demuestre una vez más su estado inmejorable con unas piruetas sobresalientes. También destaca Corbacho por milonga y el espacio sonoro morentiano que crea El Mati. Todo en pequeñas dosis que no alargan innecesariamente la escena.

 

No hay que pasar por algo la presencia en la dirección artística y algunas coreografías de Rafael Estévez y Nani Paños, lo que se traduce en el sentido común del movimiento. Vuelve a la escena una inagotable Lucía para bailar por farrucas, sin cante, con la guitarra de Ramón Amador. Extraordinarios los dos.

 

Se pierde en la noche de la rumba con Libre, libre de Los Chichos, Si tú te vas, de Pata Negra, suena un atisbo de saeta, hay momento para la música tecno, baila pecho a pecho con Miró el bolero de Machín del compromiso… y ella mismo rapea. Se pone chorreando en agua. Vuelve la calma en una ronda de fandangos hasta que llega esa soleá que nos dice a voz en grito que estamos ante una de las grandes del baile que nunca ha de perderse en experimentos estúpidos. Lo de Insaciable es para volver a ver.

 

 

Ficha artística

Insaciable – Lucía La Piñona
Teatro Villamarta. XXVII Festival de Jerez
1 marzo 2023

Idea original: Lucía Álvarez ‘La Piñona’
Dirección artística: Rafael Estévez & Valeriano Paños
Coreografía: Rafael Estévez & Valeriano Paños, Lucía Álvarez ‘La Piñona’ y Jonatan Miró
Baile: Lucía Álvarez ‘La Piñona’ y Jonatan Miró
Música: Ramón Amador
Cante: Matías López ‘El Mati’, Jesús Corbacho y José ‘El Pechuguita’
Espacio sonoro: Matías López ‘El Mati’
Asesoría artística y textos: Sara Arguijo

 

 

Lucía La Piñona – ‘Insaciable’. Teatro Villamarta, XXVII Festival de Jerez. 1 marzo 2023. Foto: Tamara Pastora – Festival de Jerez

 

Lucía La Piñona – ‘Insaciable’. Teatro Villamarta, XXVII Festival de Jerez. 1 marzo 2023. Foto: Tamara Pastora – Festival de Jerez

 

Lucía La Piñona – ‘Insaciable’. Teatro Villamarta, XXVII Festival de Jerez. 1 marzo 2023. Foto: Tamara Pastora – Festival de Jerez

 

Lucía La Piñona – ‘Insaciable’. Teatro Villamarta, XXVII Festival de Jerez. 1 marzo 2023. Foto: Tamara Pastora – Festival de Jerez

 

Lucía La Piñona – ‘Insaciable’. Teatro Villamarta, XXVII Festival de Jerez. 1 marzo 2023. Foto: Tamara Pastora – Festival de Jerez

 

 


Jerez, 1991. Flamenco y comunicación las 24 horas del día. Desde 2012 en prensa escrita, tertulias radiofónicas, programas de tv, presentación de festivales, revistas especializadas... En mi familia todos bailamos por bulerías, aunque yo soy el único periodista.

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