Tendría que mangarle medio discurso al amigo y compañero Manuel Martín Martín para ser justo con lo que digo. Porque siempre me quedaría corto en halagos al reseñar la extraordinaria semblanza que le dedicó a Esperanza Fernández. Fue en Lebrija, en la Peña Flamenca Pepe Montaraz, con el titular presente en primera fila y Manuel de Paula, donde el decano de la crítica sevillana chorreó con su verbo la magnitud artística de la cantaora, que mantuvo poco tiempo la humedad de sus ojos, arrancando a llorar en muchas ocasiones. Embargada de emoción, vio pasar su vida por delante en la palabra de Martín Martín. Escarbó el flamencólogo hasta en los orígenes de la familia Fernández, por la raigambre trianera y lebrijana de su estirpe, para desgranar después su prolífica trayectoria y virtudes jondas, justificando lo obvio del reconocimiento que el pueblo de su madre Pepa Vargas, encarnado en la figura de la peña flamenca, le otorgaba esa misma tarde. Esperanza Fernández recibió la XXXIII Giraldilla de la Peña Flamenca Pepe Montaraz acogiéndola como el más preciado de los galardones que tiene hasta ahora por los vínculos emocionales que la unen a esta bendita tierra. Honra al pueblo de Lebrija, a su peña y al Ayuntamiento concederle en vida y en plena madurez profesional esta distinción. Le impuso la insignia el presidente de la entidad, Juan García. Y le entregaron algunos recuerdos del momento José Ángel Martínez, delegado de Cultura, y el alcalde de la localidad, José Benito Barroso. Compungida, expresó su mayor agradecimiento a todos los que lo hicieron posible. Curro Fernández, padre de la cantaora, no se contuvo la gratitud al gesto del periodista con su hija y tronó una ovación a la semblanza de un público que abarrotó la sala.

 

 

«Jesús Méndez puso su corazón a merced de los aficionaos. Rindió honores a Esperanza. Se fajó los machos para la ocasión. Estaba en Lebrija, que no es cualquier sitio. Y le llovieron los oles de los presentes por puñaos correspondiéndole al repertorio de enjundia»

 

 

Acompañado por la guitarra acompasá de Pepe del Morao y las palmas de Diego Montoya y Manuel Salado, selló la jornada el cante del jerezano Jesús Méndez poniendo su corazón a merced de los aficionaos. Rindió honores a Esperanza. Se fajó los machos para la ocasión. Estaba en Lebrija, que no es cualquier sitio. Y le llovieron los oles de los presentes por puñaos correspondiéndole al repertorio de enjundia que ofreció. Comenzó por soleá por bulería o bulería pa escuchá arrastrando toda la herencia cantaora de la tierra albariza de Jerez. Cuando se metió por los rincones de las callejuelas de la memoria recordó las letras y formas clásicas de su cuna, embistiendo como toro bravo a poderosos borbotones de voz. Luego se dulcificó en un palo que va domeñando a sus voluntades. Mascó la malagueña de Manuel Torre suavizando el torrente que lo atraviesa, templando los bajos y apretando en los tercios altos de la segunda de El Mellizo, de donde salió triunfante en la pelea. Meció los tientos en el clasicismo. Bien ejecutaos, sin buscar el artificio de modernidades sino la significación de los cánones flamencos. En el cambio a los tangos transparentó el eco de su apellido hilando de Barcelona a Valencia los de Pastora, al guru guru. Rebuscó después el sufrimiento en sus entretelas para que lo asistiera en la seguiriya. Se le logró el gusto y empujó la queja a su garganta. Retorció el lamento con empaque en el remate de Manuel Molina otorgándole una intensidad y jondura que vistió de luto la pena. Y para aliviar los dolores, bulerías de Jerez, en las que se codea con los maestros y forma el lío sobrao de compás y gitanería. Subió Paula Vargas pa una pataíta. Los palmeros se animaron también dando el cerrojazo a una tarde memorable de arte.

 

 

Ficha artística

XXXIII Giraldilla de la Peña Flamenca Pepe Montaraz, dedicada a Esperanza Fernández
Peña Flamenca Pepe Montaraz, Lebrija (Sevilla)
23 de abril de 2023
Semblanza de Esperanza Fernández a cargo del crítico Manuel Martín Martín
Cante: Jesús Méndez
Guitarra: Pepe del Morao
Palmas y compás: Diego Montoya y Manuel Salado