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I Festival Flamenco de Gelves: Farruquito formó el lío

Fuimos testigos del bautizo del I Festival Flamenco de Gelves (Sevilla), apadrinao por la guitarra de Pedro María Peña, el cante de Alicia Gil y la negrura del zarpazo de Juan Manuel Fernández Montoya Farruquito.


Lo único que acalló el murmullo fue la elegancia tizná de un gitano menudo. Tapó las bocas del respetable con sus pies, su cuerpo y su cara. Paró el tiempo. Y sembró la duda: ¿acaso es humano Farruquito o transita por la incorporeidad de lo divino?

 

Fuimos testigos de un nacimiento. El bautizo del I Festival Flamenco de Gelves apadrinao por la guitarra de Pedro María Peña, el cante de Alicia Gil y la negrura del zarpazo de Juan Manuel Fernández Montoya Farruquito. Sin lugar a equívocos, a lo seguro. Sin tonterías. Disfrutamos del peso de un cartel con el sabor flamenco que deja regusto en el recuerdo, el que engancha y anima a sumar años por delante para la gloria de un pueblo que apuesta por esta criatura.

 

Con la presentación de Rebeca Aibar y Manuel Chaves, abrió la fiesta Inspiración Gelves. Porque así rubrican las cuerdas de la guitarra lebrijana de Pedro el regalo de espectáculo que ofreció anoche. Principió la jondura de una seguiriya que apoyó su dolor en los bordones solemnes. Cuando las yemas de sus dedos acariciaban las cuerdas perfumaba el aire de melancolía. Pedro compone con el alma. Y no necesita el artificio para esconderse. Va desnudándose por segundos como si a cada trémolo, arpegio o rasgueo desabrochara los botones de su pecho dejando el latido a merced de quien lo reciba. Acompañado por el cante de su hijo Pedro Peña y el de Manuela la del Moya, la guitarra de Sergio Aguilera, el violín de Leslie Jordan y la percusión sublime de Paquito Vega se fue pa Cádiz. A pesar de las inquietudes musicales que lo derivan a creaciones heterodoxas, no se desvía del camino al que se obliga con gusto mirando a Lebrija y su estirpe. Compás, gracia, soniquete con sal. ¡Qué bonito tejió después Manuela el Di Diana del patriarca de los Peña! Sonó a mecidas, a caricias de madre. Luego prosiguió la utrerana por bulerías con la sensibilidad que calza esta niña en su gañote. Secundó el compás el cante de Pedro Peña hijo honrando a su tierra y su abuelo, cuyos ojos brillaban entre el público. La guitarra del lebrijano afincado en Gelves y la voz melodiosa de Manuela tributaron a La Perrata recordando la plegaria que inmortalizó clamando el cante del pueblo gitano para cerrar esta primera intervención.

 

Alicia Gil arrancó con ecos de fragua evocando a Cagancho en la toná, hilando después una letras por seguiriya amarradas por la cabal de Los Puertos de El Loco Mateo. No le hizo falta desdibujarse en la teatralidad en la que otras buscan el efecto. Tan solo con su voz flamenquísima revuelca a muchas que ya quisieran. Lo hace bello, sin la estridencia del grito, con la experiencia y el gusto. Prosiguió el repertorio por tientos tangos al bamboleo de la guitarra de Lito Espinosa. Supo llevarla en volandas porque conoce cada recoveco de los rizos de su nuez. Y cada lunar de su cuerpo, porque es su marido. Le puso el mástil para que anduviera abrazada con el toque servil de un buen guitarrista que la recoge, la eleva, le responde y se inclina para que luzca. A las palmas y coros sus hijas Carmela y Bebé y Rocío La Turronera. No le faltó el arrope. Fue en la soleá donde evidenció la querencia trianera, moviéndose a su antojo en la melaza de las cadencias del Zurraque, con Chiquetete en el pensamiento, permitiéndose doblar tercios o ligarlos con gallardía sobre el pentagrama de la cava de los gitanos. Abrochó el cante valiente con el remate de Paquirrí. Después paseó a compás por alegrías alejándose de lo convencional. Y mayor frescura aún mostró en los tangos, donde descolló sobremanera. Pero la canción por bulerías Huele a mi agüela, cuya letra magistral ideó plena de moreneces el periodista flamenco Antonio Ortega como pregón para Los Gitanos de Sevilla, siempre es una delicia henchida con los mimbres de esta cantaora. Musicada por Lito se conforma como una obra exquisita e indispensable cada vez que se sube Alicia a las tablas. Terminó por bulerías con guiños a Utrera, a Manuel Molina y a su tía Esperanza la del Maera, de la que tomó prestada aquello de Manuela haciendo cantar al público que la despidió con un caluroso aplauso.

 

 

«Si quieren medir a un bailaor no lo busquen solo en tres patás por bulerías. Háganlo aquí, despacito, en un metro cuadrao si hace falta, en la parsimonia con la que suben los brazos, mirando más allá de las figuras, viendo con los ojos del alma. Y Farruquito es el alma del baile»

 

 

Para el postre llegó el plato fuerte. No es de extrañar que Farruquito sea el reclamo como cabeza de cartel. Porque este bailaor de casta te atrapa irremediablemente. Se cuela por los poros de tu piel sin pedir permiso. Te roba los ojos adueñándose de tus sentidos, que son suyos desde que pasea por el entrimado con la galantería que le corre por las venas. La sabiduría que dan los años, la herencia y su gitanidad han templado las acrobacias desmedidas que lo tildaban restándole aplome a sus propuestas. Pero ahora casi no hay quien le haga sombra, erigiéndose como el bailaor flamenco macho que más miradas cautiva. Al arrullo de la guitarra pulcra, potente, soberbia de Manuel Valencia, al calor del cante de Pepe de Pura y los gañafones de Mari Vizárraga y Antonio Villar Zúñiga, Farruquito desbarató el Parque de la Juventud de Gelves abarrotado de aficionaos ávidos de pellizcos flamencos. El Capitán despellejó las entretelas del público.

 

Comenzó el gitano a bailar y el murmullo incensante del recinto enmudeció. Los paseos, llamadas, escobillas, zapateaos y desplantes trillados a la perfección imperfecta de lo que lleva en la sangre. Natural, espontáneo, humilde… le bailó al cante disfrutando con cada uno de ellos y se retorció en la herida del lamento seguiriyero. Farruquito te abofetea de placer con cada recogía de chaqueta, con cada gesto, con su mirada… porque no baila solo con los pies, el torso o la cintura: desde la punta del tacón a la del pelo todo él es flamencura, rebosando el empaque espeso de lo mollar del baile. Vizárraga hizo tiempo por tangos poseída por la memoria de Juana la del Revuelo. ¡Cómo canta Mari! Es la horma para los pies de Juan, compenetrados a más no poder.

 

El segundo baile por alegrías. Los contoneos y el juego con los tiempos en los tacones de Juan dibujan la partitura del compás con mayúsculas. Entraba y salía como le daba la gana coqueteando con los secretos del arte. Luego un solo de guitarra espectacular en el centro del proscenio con las palmas de los cantaores tras de sí en el que Manuel Valencia despejó el misterio de la bulería. ¡Qué manera de tocar! Limpio, con una pulsación redonda y fuerte, sobrado de facultades, con alma y enjundia.

 

Ahora por soleá. Demostrando cómo pararse, que la quietud es parte del baile, que el silencio es música, que el paseo es arte. Si quieren medir a un bailaor no lo busquen solo en tres patás por bulerías. Háganlo aquí, despacito, en un metro cuadrao si hace falta, en la parsimonia con la que suben los brazos, mirando más allá de las figuras, viendo con los ojos del alma. Y Farruquito es el alma del baile.

 

Con el desparpajo del que goza agarró la guitarra y tocó pa reventá para las pataítas de Paquito Vega, de los mejores percusionistas del panorama flamenco actual, que era capaz de regalarle el caché a Valencia con tal de no salir. Manuel fue el primero y lo hizo con age, después Vega no consiguió escaparse y se pegó una con gracia acojonao por la mirada de su bato que de reojo lo pillaba de lejos. Aún con la sonanta en mano, Juan comprometió a Mari y salieron todos bailando en un fin de fiesta inaudito que sirvió de guinda de un festival al que se le augura un buen futuro. Farruquito formó el lío.

 

 

Ficha artística

I Festival Flamenco de Gelves
Parque de las Juventudes de Gelves, Sevilla
Sábado 15 de abril de 2023

Cante: Alicia Gil
Guitarra: Lito Espinosa
Coros y palmas: Carmela, Bebé y Rocío La Turronera

Guitarra: Pedro María Peña
Segunda guitarra: Sergio Aguilera
Cante: Manuela la del Moya y Pedro Peña hijo
Violín: Leslie Jordan
Percusión: Paquito Vega

Baile: Farruquito
Cante: Mari Vizárraga, Pepe de Pura, Antonio Villar Zúñiga
Guitarra: Manuel Valencia
Percusión: Paquito Vega

 

 

Farruquito y Mari Vizárraga. I Festival Flamenco de Gelves. Parque de las Juventudes de Gelves, Sevilla. 15 de abril de 2023. Foto: Kiko Valle

 

Manuela del Moya y Pedro Peña. I Festival Flamenco de Gelves. Parque de las Juventudes de Gelves, Sevilla. 15 de abril de 2023. Foto: Kiko Valle

 

Alicia Gil. I Festival Flamenco de Gelves. Parque de las Juventudes de Gelves, Sevilla. 15 de abril de 2023. Foto: Kiko Valle

 

Pedro María Peña. I Festival Flamenco de Gelves. Parque de las Juventudes de Gelves, Sevilla. 15 de abril de 2023. Foto: Kiko Valle

 

 


Cantaor de la escritura. Jondura utrerana extrema.

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