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Eduardo Guerrero o la ruptura del baile flamenco

La noche del 6 de agosto se clausuraba el II Festival Vejer Flamenco con un público incansable que pedía bises hasta al portero. En esta ocasión no me pareció tan destartalada ni fea la propuesta de Eduardo Guerrero. No sé si el verano me confunde o el levante de Cádiz me ha vuelto majareta. 


La luna estuvo asomándose entre los árboles iluminados que sirvieron de fondo al escenario durante todos los días del certamen. La noche del 6 de agosto no faltó a su cita. Se clausuraba el II Festival Vejer Flamenco con un público incansable que pedía bises hasta al portero. Y allí estuve para despedirme de cinco veladas muy flamencas pero con sobredosis de fusiones y flamenquito descafeinado para un crítico con síndrome de abstinencia peñista. Ansioso ya de que acabe el verano y sus festivales para ahogarme sin megafonía en El pozo de las penas de Los Palacios y llorar en Torres Macarena de Sevilla, o pegarme chocazos en la de Miguel Vargas de Paradas, en El Chumi, La Platería… y perderme por Jerez. Esto es solo un poné. Porque el encanto de Vejer es único. Y Charo Cruz, organizadora del evento, le ha puesto tanto amor, trabajo y esmero que aún rebosan por las esquinas del Parque de los Remedios. A pesar incluso de las trabas institucionales, la escasez de presupuesto y otros obstáculos para colmar de cultura y de arte las noches de agosto en uno de los pueblos más bonitos del mundo.

 

Eduardo Guerrero se propuso romper las aristas del baile, transgrediendo desde lo rancio a la vanguardia. Alternó instantes inexplicables, casi inadmisibles para un aficionao tradicional, con otros de absoluta brillantez y flamencura que arrancó oles incluso al que ignora dónde hace pupa el flamenco. Se apoyó en el arañón de las voces de Samara Montañez –espléndida– y Pilar Sierra La Gineta, además de en la de Anabel Rivera, menos cuativadora. Con el arrope de la buena sonanta de Javier Ibáñez.

 

 

«Eduardo Guerrero se mostró extraordinariamente creativo y original. Fabulosamente loco. Osado también. Y concibió su discurso como una prueba de exploración emocional, recorriendo sus estadíos anímicos expresados a través de la conjunción de la danza y lo nuestro en la ruptura del baile flamenco»

 

 

Tan solo hace un mes que Guerrero me sacaba de mis casillas en La Puebla de Cazalla. Me reitero en aquello de que «su propuesta me resultó enemiga de los cánones estéticos a los que nos tienen acostumbrados». Pero quise despojarme de mis gustos castizos para abandonarme a sentir, si es que había oportunidad para ello. Guerrero estalló mi concepción del bailaor flamenco desde que apareció en las tablas con un vestuario más cercano al de un ninja que a un artista de lo jondo. Anabel le sujetaba un pie desde atrás, reteniéndolo. La guitarra de Ibáñez preludió la malagueña que sonó negra en la voz afillá de Samara. Y en una solución de continuidad con la que discurrió todo el espectáculo, llegaron a los fandangos y abandolaos, para pasear después por soleá, caña, nana –tremenda Samara aquí–, seguiriya, tangos, cuplés, alegrías o las bulerías de Adela La Chaqueta con las que pusieron el broche a la obra.

 

Eduardo se mostró extraordinariamente creativo y original. Fabulosamente loco. Osado también. Y concibió su discurso como una prueba de exploración emocional, recorriendo sus estadíos anímicos expresados a través de la conjunción de la danza y lo nuestro en la ruptura del baile flamenco. Deconstruyó y construyó la estética flamenca con figuras controvertidas para ojos adiestrados a los pellizcos de la tradición, pendulando entre el baile por el baile o la dramatización de un sentimiento. Así se perdió en los recuerdos de niño, apegado al vientre de las cantaoras y bailando la nana de blanco puro amarrado por un rojo cordón umbilical a la madre, a la mujer. O experimentó el dolor abisal de la muerte, tras arrastrarse por el suelo y reptar hacia la luz chorreando el sufrimiento de una seguiriya hiriente. Se desnudó el torso entregándose a pecho descubierto. Señaló su lado masculino y el femenino en los tangos, con falda sobre los pantalones, derramando la sal que tapa y destapa como quiere y cuando quiere. Y de la Soleá de mis pesares transitó a las alegrías de Cádiz, su tierra, preñado de age. Aunque lo mejor fue la bulería con la que cerró al calor de los tercios que bordaba Adela La Chaqueta y donde echaron los restos las cantaoras y Eduardo se aferró a la gracia más ortodoxa.

 

 

 

 

Guerrero experimentó con su cuerpo, redescubrió rinconcitos perdidos en la memoria, metió el dedo en la llaga, festejó la alegría y se murió de pena. Todo ello con intención y técnica, señalando un catálogo de desplantes, figuras y dramaturgia cuajados de sugerente simbolismo. Si bien se aleja del baile flamenco con el que la mayoría estamos familiarizados, su concepto supone un empujón hacia fuera, otra perspectiva distinta, rompedora. Tengo que reconocer que aún así, prefiero que me hinquen las uñas bailaores de otro corte. Pero una vez al año no hace daño. Y aunque ya van dos, en esta ocasión no me pareció tan destartalada ni fea su propuesta. No sé si el verano me confunde o el levante de Cádiz me ha vuelto majareta. Pero, solo a ratos, Eduardo me gustó.   

 

 

«Eduardo Guerrero experimentó con su cuerpo, redescubrió rinconcitos perdidos en la memoria, metió el dedo en la llaga, festejó la alegría y se murió de pena. (…) Si bien se aleja del baile flamenco con el que la mayoría estamos familiarizados, su concepto supone un empujón hacia fuera, otra perspectiva distinta, rompedora»

 

 

Antonio Lizana

Con la percusión de Adrián Trujillo, la guitarra exquisita de José Manuel León y la colaboración como artista invitado del bailaor Maui de Cádiz, el saxo canalla de Antonio Lizana pegó el portazo al festival. Desparpajo e inquietud artística a raudales, virtuosismo técnico con el instrumento, sentido musical, buen gusto y mucha guasa fueron los ingredientes que dieron lugar a una fusión de flamenco y jazz que no desvirtuó ninguno de los géneros, sino que los hizo confluir sin daño alguno.

 

Tanguillos, alegrías, bulerías, seguirijazz, soleá y bulerías de Cádiz sonaron a través del  metal y de la garganta fina de Lizana, que no canta nada mal y compone y toca mejor aún. Así da gusto dejar que le metan mano al flamenco, con dignidad. Y con el público cantando su bulería terapéutica, nos fuimos a casa diciéndole adiós a Vejer hasta el año que viene.

 

 

Ficha artística

II Festival Vejer Flamenco
Ciclo D`la noche a la madrugá
Parque de los Remedios de Vejer de la Frontera, Cádiz
6 de agosto de 2023

Baile: Eduardo Guerrero
Cante: Samara Montañez, Pilar Sierra La Gineta y Anabel Rivera
Guitarra: Javier Ibáñez

Saxo y cante: Antonio Lizana
Guitarra: José Manuel León
Percusión: Adrián Trujillo
Baile: Maui de Cádiz

 

 

Eduardo Guerrero. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero y Samara Montañez. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Antonio Lizana. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Antonio Lizana, Adrián Trujillo y Maui de Cádiz. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero y su cuadro. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero y Samara Montañez. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero y Samara Montañez. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero y Anabel Rivera. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero y Anabel Rivera. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Eduardo Guerrero y Samara Montañez. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Antonio Lizana. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Antonio Lizana. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

Antonio Lizana. II Vejer Flamenco. Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz). 6 agosto 2023. Foto: Kiko Valle

 

 


Cantaor de la escritura. Jondura utrerana extrema.

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