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Madrid, la capital del flamenco

Desde la Sala Torero se ha tomado otro pequeño impulso para seguir evidenciando que Madrid es la corte. Que Madrid es la mano que se tiende al artista cuando necesita emigrar a un lugar en el que seguir prosperando, sobre todo cuando se trata de un flamencólogo sevillano el que ambiciona transmitirlo.


El 28 de noviembre de 2023, a pocos días de haberse celebrado el Día Internacional del Flamenco, la Sala Torero de Madrid se prepara para recibir una de esas singulares y atractivas conferencias de Manuel Bohórquez, personalidad clave en la búsqueda de preguntas infinitas y respuestas certeras en el campo de este mismo arte.

 

Manuel Bohórquez es escritor, periodista, locutor, crítico de flamenco y director de contenidos de Expoflamenco. un portal que si siguen de cerca, sabrán que a día de hoy es uno de los que más se afanan en mantener el flamenco a flote. Bohórquez se caracteriza por su ininterrumpida labor de investigación. Por la búsqueda incesante de documentos que consigan esclarecer todas sus dudas, su afán por saber, por conocer y descubrir. Es por este tipo de personalidades que los devotos del cante jondo tienen la suerte de acceder a cierta información y documentos que de otra manera sería impensable.

 

Por su parte, la Sala Torero procura la propulsión de este arte, complementando la parte de tablao con otras actividades culturales y conferencias que poco a poco se van proponiendo y van tomando forma. La estancia en la que prosperarán este tipo de encuentros es pequeñita, acogedora y con un toque muy flamenco, que con este frío invita a visitar para escuchar biografías, relatos y testimonios de lo más interesantes. Y en este caso, como se ha dicho unas líneas más arriba, cuenta con una conferencia de Manuel, quien ha comunicado a los asistentes que de forma paulatina se plantearán nuevos ciclos para que quede plasmada la relevancia de la capital de España en el desarrollo del flamenco.

 

 

«El investigador se ha propuesto cristalizar con anhelo e ilusión la repercusión que Madrid ha tenido en el desarrollo de los intérpretes más importantes de este arte. También hacer justicia con artistas de los que no se sabe nada y se debería saber todo»

 

 

Conferencia de Manuel Bohórquez sobre los pioneros del flamenco en el Tablao Torero, Madrid. Foto: Vicente Pachón

 

 

Esta vez, se ofrece a los presentes la oportunidad de acceder a información exclusiva, conocer parentescos que posiblemente ignoraban u ojear padrones que solo llegan a ojos de unos cuantos afortunados. Todas estas reseñas sobre artistas de la talla del Planeta, Silverio Franconetti, Isabel Santos, Lázaro Quintana, Manuel Escacena, Adela Cubas o Antonio Chacón. Además, el escritor centra su presentación en ilustrar los expedientes necesarios a los que acudir para realizar una correcta tarea investigadora.

 

Sería imposible contar todas las indagaciones a las que los oyentes han tenido la oportunidad de acceder. No penséis que alguna persona de las que ha acudido exagera si os cuenta que Manuel guarda un millón de documentos para mostrar a la comunidad flamenca. Y que de ese millón, han podido mirar por encima unos 7.500. Pero es que para ser un buen investigador conviene ser generoso y altruista, y saber que una de las recompensas de ese arduo trabajo que muchas veces puede suponer años es poner a disposición de los demás esas averiguaciones con el fin de que el flamenco se siga expandiendo.

 

Por tanto, en esta ocasión el investigador se ha propuesto cristalizar con anhelo e ilusión la repercusión que Madrid ha tenido en el desarrollo de los intérpretes más importantes de este arte. También hacer justicia con artistas de los que no se sabe nada y se debería saber todo. Desde la Sala Torero se ha tomado otro pequeño impulso para seguir evidenciando que Madrid es la corte. Que Madrid es la mano que se tiende al artista cuando necesita emigrar a un lugar en el que seguir prosperando, sobre todo cuando se trata de un egregio flamencólogo sevillano el que lo aprecia de este modo y así ambiciona transmitirlo.

 


Bailaora madrileña. Graduada en Comunicación Audiovisual por la Univ. Rey Juan Carlos. En Amor de Dios, Casa Patas y Cristina Heeren desarrolló su gusto por la danza y el flamenco. «No somos atletas. Estamos empezando a cometer el triste error de ofrecer al público una confección enlazada de complejos zapateados a una velocidad desorbitada sin la modulación propia de la música que estamos adornando y que nos adorna».

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