María Terremoto sigue creciendo como artista. Como comentó Cristóbal Ortega, director del Instituto Andaluz del Flamenco, al final del recital, se trata de «una joven mayor con un gran presente y un futuro espectacular». Y así lo confirmó en su comparecencia en el Teatro del Soho CaixaBank de Málaga.

 

María Terremoto se templa por martinetes pellizcando desde el inicio. Prosigue por Levante, con la taranta levantica de El Cojo de Málaga y cartageneras, exhibiendo su torrente de voz, que dosifica a voluntad.

 

«Estoy muy agradecida de estar en esta tierra que tanto amo, que ha dado tan buenos artistas, en la que tengo tantos amigos y en la que tan bien se come», asegura.

 

Recupera un cante poco interpretado hoy en día, la caña, en el que cuenta con el colchón rítmico de Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote, al compás, y Paco Vega, a la percusión, y el sostén melódico y armónico de Nono Jero, al toque. Lo remata por bulerías. Ecos añejos que en su voz suenan a recién paridos.

 

Por tangos, derrama su arte y gracia naturales, pataíta de arte incluida. Los remata enhiesta con Quiero estar solo, de Jeros. Los vellos como escarpias.

 

 

«Qué grande eres, le espeta un aficionado. Viva Jerez, le grita otro. Y Málaga y los espetos, le réplica ella. Quédate en Málaga, María, le sugiere una aficionada»

 

 

 

 

Se incorpora Alejandro Cruz, al piano, que le concede un descanso haciendo gala de su virtuosismo. Y la acompaña, acto seguido, en temas populares como En carne viva, Me muero, me muero o Te he de querer mientras viva, copla del Maestro Quiroga que popularizó Marifé de Triana, que remata por bulerías, ya con el resto del cuadro. La hija de Fernando Terremoto engrandece estos temas con su quejío.

 

«Qué grande eres», le espeta un aficionado. «Viva Jerez», le grita otro. «Y Málaga y los espetos», le replica ella. «Quédate en Málaga, María», le sugiere una aficionada.

 

Aún arrostraría Cambalache, clásico del tango de Discépolo, con Alejandro Cruz a la melódica y alusiones a La Paquera, Mairena, Camarón o Tomás Pavón, entre otros…

 

«¿Lo estáis pasando bien? A ver si me estoy partiendo la cara y os queréis ir», inquiere al respetable con naturalidad. Y dice adiós, como no podía ser de otra forma, por bulerías de su bendita tierra. Nono Jero se luce en cada falseta, marca de la casa. Imbatibles. Una delicia. Incluye Amanecer en el campo, que Alfonso de Gaspar firmó para Pansequito, y Bella entre las bellas, que aquel compuso para Juanito Villar. Canta y baila. Se siente tan a gusto que se descalza y canta sin amplificación. Se despide con Derroche, de Ana Belén, ante los cálidos aplausos de un público enfervorecido.

 

Tras el recital, tuvo lugar un interesante coloquio con la cantaora jerezana, de la mano de Cristóbal Ortega, director del Instituto Andaluz del Flamenco, con la participación de los aficionados. Ortega la definió como «una joven mayor con un gran presente y un futuro espectacular». Pues eso.  

 

 

Ficha artística

María Terremoto En concierto
Teatro del Soho CaixaBank de Málaga
Ciclo Flamenco en el Soho
21 de marzo de 2024
Aforo: Dos tercios
Cante: María Terremoto
Guitarra: Nono Jero
Piano y melódica: Alejandro Cruz
Compás: Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote
Percusión: Paco Vega
Dirección: Hugo Pérez