Home / Crónicas  / La juventud: la corte en la capital

La juventud: la corte en la capital

El colofón del Suma Flamenco Joven 2021 lo han puesto Álvaro Martinete, Lela Soto y Macarena Ramírez. La juventud se ha convertido durante estos días en la corte de la capital de España.


Los jóvenes tienen mucho que aportar al panorama flamenco actual. Me he podido cerciorar de ello durante las actuaciones de Suma Flamenca Joven. El colofón lo han puesto Álvaro Martinete, Lela Soto y Macarena Ramírez. Después de sus actuaciones lo puedo confirmar: la juventud se ha convertido durante estos días en la corte de la capital de España.

 

En primer lugar, salía al proscenio el guitarrista granadino Álvaro Martinete. Nombre que a día de hoy tiene peso. Y es que Álvaro ha conseguido el Bordón Minero en el concurso del Festival Internacional del Cante de las Minas este mismo año. Que no es para menos lo demuestra cada vez que se sube a las tablas. La influencia de Manolo Sanlúcar y Miguel Ochando se agolpa en cada una de las seis cuerdas que escudan a su compañera. Con Álvaro me siento identificada porque la pasión por el flamenco nació de su propio estómago cuando aún era un crío. Ni influencias ni raíces. El preludio de este arte comienza en él, que desde que lo conozco siento cierta debilidad por su toque. Martinete tiene el privilegio de formar parte de la compañía de La Moneta, para quien también ha compuesto música. Una bailaora que tiene una gran experiencia, conoce bien la historia del flamenco y tiene una alta capacidad creativa. Y si ella misma quiere que entres dentro del círculo que armoniza su magia, sin duda tienes que ser especial. Me quedo satisfecha, porque creo que por fin me he podido encontrar con el futuro de la guitarra.

 

 

«Navega entre el desafío y la elegancia, entre lo contemporáneo y las poses de las bailaoras del siglo XX. Desprende centellas constantes de modernidad y ortodoxia. Con cada movimiento consigue bordar por alegrías cada una de las flores que adornan su mantón. Macarena Ramírez es espectáculo»

 

 

Lela Soto no se queda atrás. He tenido la suerte de poder elegir dónde me quería sentar a escribir. Suelo sentarme cerca de las últimas filas para verlo todo con perspectiva. Pero quería que el aire dulce de Lela me rozara la cara. Comienza con unos aires de Cádiz que presenta dicharachera y amable. Tiene un tono afilado y ahogado que hechiza y una sonrisa para cada quiebro de su voz, como si no le costara hacerlo. Percibo que al equipo que la acompaña le cuesta meterse más en el papel. Quizá comienzan con cierta frialdad, pero Lela aporta ese pellizco natural y esa frescura que hace que de manera irremediable entres en su juego por alegrías, romeras y cantiñas del Pinini. Además, la melodía de la guitarra de Pino Losada acompaña lo armonioso de la actuación de la cantaora. Es innegable que tiene tirón. A continuación comienza con unos tientos que arrancan un ole del público y de sus compañeros en la primera entonación. Recurre a letras que se hacen con frecuencia, pero con unos tonos y unas maneras tan personales que el hábito de las mismas pasa a un segundo plano. Su tono inconfundible, su fachada, su pose, su seguridad y su estilo le permiten edificar a una artista preparada para defender la saga Soto Sordera. Ojalá los tangos que coronan los tientos fueran más lentos para poder interiorizar cada salto de tercio, cada quejío y cada suerte de quiebro. Por último, unas bulerías de su tierra que Juan Maya, Juan Motos y Pino Losada acompañan con una algarabía propia de una fiesta de Jerez. Y es que en este caso no les ha costado tanto encontrar la calidez necesaria para arropar a Lela que se despide de nosotros con una pataíta con donaire y desenvoltura.

 

 

Lela Soto y Pino Losada. Suma Flamenca Joven 2021. Teatros del Canal, Madrid. Foto: Pablo Lorente

 

 

Por último, la bailaora Macarena Ramírez, que ha ganado hace unos meses el programa The Dancer de Televisión Española. Macarena se apoya de una manera realmente complicada en una silla de enea posicionada boca abajo. Se presenta desnuda al público. Quiero decir que sale vestida con un mono color carne que permite que distingamos su figura a la perfección. Desde mi punto de vista es una elección muy valiente. La falda o el vestido siempre da la oportunidad de remedar los fallos de una manera más rápida y sencilla. En cambio, en pantalón, en mayas o en body, el bailaor se enfrenta al baile sin armas ni escudos. Aun así la chiclanera consigue interpretar una seguiriya señorial que emociona a los asistentes. Tiene un control formidable de su cuerpo y sus líneas, porque lo trabaja y, por tanto, lo plasma cuando lo pone encima de un escenario. Macarena navega entre el desafío y la elegancia y entre lo contemporáneo y las poses de las bailaoras del siglo XX porque desprende a partes iguales centellas constantes de modernidad y ortodoxia. Establece una gran linealidad entre la espontaneidad y la firmeza y también entre la pasión y la dureza. En ella todo son dualismos líderes e imperantes. Los deboulés y las vueltas de pecho parecen una parte más del movimiento natural de su cuerpo, como puede ser caminar. En este caso, la velocidad no entorpece el disfrute del espectáculo porque consigue sacar sonidos ágilmente bonitos acariciando el suelo que sostiene su baile. Por consiguiente, se trata de una velocidad limpia a la que sabe que puede desafiar sin ningún problema. A la que desafía sobre todo es a mí, que soy firme defensora de una velocidad más bien moderada y una limpieza que cabalgue siempre delante de esta. Resulta que en este caso se cumplen ambas cualidades y yo solo puedo quitarme el sombrero. Con cada movimiento consigue bordar por alegrías cada una de las flores que adornan su mantón. Macarena Ramírez es espectáculo. Y así nos despide, con una bata y un mantón que conforman los colores de la bandera de Andalucía y una gracia inherente que la acompaña desde que se ha colocado bajo los focos de la escena.

 

El espectáculo que han conformado esto tres artistas ha sido un gran broche de oro que ha estado a la altura de las expectativas del auditorio. Un auditorio que se ha propuesto dejarse llevar y ha disfrutado tanto como los anfitriones. Claro, que eso sólo lo consiguen aquellos virtuosos que ponen alma y corazón a lo que hacen.

 

Fotos: Pablo Lorente – Suma Flamenca Joven 2021

 

 

Ficha artística

Suma Flamenca Joven 2021
26 de septiembre 2021. Sala Verde. Teatros del Canal, Madrid
Concierto de guitarra
Guitarra: Álvaro Martinete
Cante
Cante: Lela Soto Sordera
Guitarra: Pino Losada
Palmas: Juan Maya y Juan Motos
Baile
Baile: Macarena Ramírez
Guitarra: Juan José Alba
Cante: Miguel Lavi
Percusión: Carlos Merino

 

 

Álvaro Martinete. Suma Flamenca Joven 2021. Teatros del Canal, Madrid. Foto: Pablo Lorente

 

Macarena Ramírez. Suma Flamenca Joven 2021. Teatros del Canal, Madrid. Foto: Pablo Lorente

 

Lela Soto. Suma Flamenca Joven 2021. Teatros del Canal, Madrid. Foto: Pablo Lorente

 

Macarena Ramírez. Suma Flamenca Joven 2021. Teatros del Canal, Madrid. Foto: Pablo Lorente

 


Bailaora madrileña. Graduada en Comunicación Audiovisual por la Univ. Rey Juan Carlos. En Amor de Dios, Casa Patas y Cristina Heeren desarrolló su gusto por la danza y el flamenco. «No somos atletas. Estamos empezando a cometer el triste error de ofrecer al público una confección enlazada de complejos zapateados a una velocidad desorbitada sin la modulación propia de la música que estamos adornando y que nos adorna».

NO COMMENTS

ESCRIBE TU COMENTARIO. Rellena los campos NOMBRE y EMAIL con datos reales. Para que se publique en nuestro portal, el comentario no puede ser anónimo.

X