El domingo 16 de octubre a las 19 h tendrá lugar en el teatro Cervantes de Málaga un homenaje a la Cañeta. Bautizada como Teresa Sánchez Campos (Málaga, 1936. ¡Por favor, ignoren las fechas erróneas que aparecen por doquier!), Cañeta es hija de Dolores Campos Heredia ‘La Pirula’ (1915-1948), creadora de los tangos y bulerías del Perchel. En la dura posguerra se forjó como bailaora y cantaora junto a algunos chiquillos de su barrio como la malograda Repompa, Pepito Vargas, la Quica, Blanca Rosas –madre del Chino–, Pepa la Tembleca y el benjamín del grupo, Carrete, todos de la mano del guitarrista Niño de Almería.

 

 

 

 

Las entradas, aquí.

 

En diciembre de 1956 su íntima amiga Enriqueta la Repompa –ocho meses menor que Teresa– fue contratada por Pastora Imperio para trabajar en el Corral de la Morería, que abrió sus puertas en mayo de ese mismo año. La artista sevillana conoció a la Pirula en los años 40 y admiraba su arte, por eso le preguntó a Enriqueta por la hija de la Pirula, ya que recordaba que la niña bailaba «mu gracioso». De este modo, la Cañeta acudió a la llamada de Mamá Pastora y formó parte del elenco de dicho tablao junto a Porrinas, el Beni de Cádiz, Regla Ortega, la Paquera, Fernanda y Bernarda.

 

 

 

 

El 1 de octubre de 1958 se inaugura en Madrid un nuevo tablao, El Duende, y de nuevo Pastora Imperio contó con ella. Allí trabajaría junto al que sería su marido, el grandísimo cantaor extremeño José Salazar, de su misma edad (¡ignoren también las fechas falsas de su nacimiento!). A partir de entonces la Cañeta se irá forjando, gracias al apoyo de José, como cantaora festera dotada de un temperamento innato que ha encandilado durante más de medio siglo a todos los públicos ya sea en fiestas, tablaos, peñas, festivales y teatros.

 

 

“Hay ganas de mostrar un caluroso reconocimiento a una gitana que lo ha dado todo en lo alto de las tablas, a una esposa, madre y abuela ejemplar, a una mujer que ha sido y es artista de artistas, que se ha ganado un sitio de honor en la historia del flamenco a base de talento, tesón y genialidad”

 

 

 

 

No es el lugar para extendernos sobre la carrera artística y empresarial (tuvo con José tablaos en Marbella y Puerto Banús) de Cañeta ni tampoco sobre su extraordinaria calidad humana. Solo decir que esta mujer excepcional es admirada absolutamente por todos los compañeros con los que se ha encontrado en el proceloso mundo del arte flamenco en toda España, Europa, América y Japón. Por ello Califasón Producciones ha organizado un homenaje con una mínima parte de los artistas (son cientos) que querrían haber acudido al Cervantes para rendirle honores a esta malagueña universal.

 

El espectáculo no está concebido como la típica sucesión de artistas habitual en los festivales, sino que contará con una escenografía especial para la ocasión y un dinamismo que aspira a mantener la atención en todo momento. El maestro de ceremonias será Manuel Curao. Al cante estarán Amparo la Repompa, Bonela, Manuel de la Josefa, Cancanilla de Málaga, el Álvarez, Remedios Amaya e Israel Fernández; al cante y baile festeros, Pinto Cortés y Remache; al baile, Carrete, Luisa Chicano y la Farruca; las guitarras estarán en las manos de Luis el Salao, Antonio Soto, Juani Santiago, Rubén Lara, Chaparro de Málaga y el maestro Pepe Habichuela; Juan Laiker, Kiko de Tiriri, Fernando Santiago y Juanma el Canastero prestarán apoyo rítmico con palmas y percusión. También se contará con el piano de Carmen G. Jara en algunos momentos del espectáculo.

 

Hay ganas, muchas ganas, de mostrar un caluroso reconocimiento a una gitana que lo ha dado todo en lo alto de las tablas, a una esposa, madre y abuela ejemplar, a una mujer que ha sido y es artista de artistas, que se ha ganado un sitio de honor en la historia del flamenco a base de talento, tesón y genialidad.

 

 

 

 

Como curiosidad reproducimos una canción enka (o sea, canción popular de estilo occidental) de un disco que Cañeta y Salazar compraron en Japón, cuando marcharon allá en noviembre de 1968 para permanecer hasta noviembre de 1969. En España dejaron a sus hijos Loli, con 9 años, y José, de pocos meses (Cañeta aún llora cuando lo recuerda). La canción –editada el 5 de junio de 1968– sonaba por todos lados. Se trata de Anata no blues (El blues tuyo), un tema compuesto por Takuya Fujimoto e interpretado por Ken Yabuki (1945-2015). La canción emocionó a Cañeta, que saltó por encima de las barreras idiomáticas y le echó redaños: la cantó por tangos en un japonés que ella sola entendía. ¿Quieren una fusión de verdad, alejada de los laboratorios de la world music? Ahí la tienen. ¡¡Viva la tía Cañeta!!

 

 

Disco de Ken Yabuki, de 1968.

 

La misma canción versionada como tangos flamencos por la Cañeta. Grabación doméstica hecha en Japón en 1969.

 

 

 

 

 

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