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YUS WIEGGERS, GUIRIJONDO 2024

Sorprenden en el escenario tanto su altura y su delgadez como su pelo rubio y su tez tan blanca como el nácar. Yus Wieggers comenzó con sólo 13 años a tocar la guitarra y con 18 viajó a Málaga para conocer el sabor auténtico del Flamenco. Pero él ya sabía que le dedicaría toda su vida. Este gran aficionado admirador de Niño Ricardo, Ramón Montoya, Melchor de Marchena, Paco de Lucía y Rafael Riqueni, entre otros, inicia la primera parte de su concierto con una bellísima rondeña, con claros tintes y recuerdo al maestro Ramón Montoya, pero interpretada a su manera. La pieza deja buen sabor de boca y consigue que el público esté silencioso y atento a los trémolos y picados que Yus Wieggers ejecuta con total seguridad y acierto. Con el segundo toque por malagueñas y abandolaos –que dedicó al grandísimo aficionado Antonio Díaz, presente entre el público– pidió la colaboración de a las palmadas por Antonio Amaya el Petete y Emilio Castañeda. El padre de Yus será el siguiente en recibir la dedicatoria en las seguiriyas, quien tiene predilección por este palo pues “lo alegre no le alegra”. Para continuar su concierto por soleá y remate por bulerías, con el cante de José el Pechuguita. Con el público puesto en pie, este holandés que tiene en sus dejes los modos y el humor andaluz recibe un caluroso aplauso y los oles del auditorio.

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  • Español